Apostar en estos tiempos por mantener una receta sencilla, con motores de combustión, sin ningún tipo de apoyo eléctrico tal vez no parezca muy adecuado. Pero Volkswagen lo sigue haciendo en su T-Cross –y su mellizo Taigo– y el resultado es el éxito. Para los que buscan un SUV de tamaño contenido, buena habitabilidad, robustez y eficiente, este T-Cross les va como anillo al dedo.
A veces los tiempos parece que obligan a estar a la última; a ofrecer lo más avanzado, a estar en vanguardia siempre. Y en ocasiones, como ocurre ahora en el mundo del automóvil con la apuesta desmesurada por la electrificación, salirse un poco del carril puede ser muy interesante. Y si no, que se lo digan a Volkswagen. Porque la marca alemana –que está a la última en la tendencia ‘0 emisiones’ con la familia ID– tiene en los modelos ‘0 electrificación’ a los auténticos superventas. Un caso de éxito a estudiar.
Las gamas T-Roc, T-Cross, Taigo y Polo (los tres últimos fabricados en Navarra) acumularon el 68 por ciento de las ventas de la marca sin contar en su gama con ninguna alternativa ni siquiera con etiqueta ECO. Nada electrificados; pero sí muy bien pensados. Y en ese grupo el T-Cross es el segundo modelo más vendido de la marca por detrás haciendo valer una fórmula sencilla pero muy efectiva. Una fórmula, por cierto, que también triunfa en las otras marcas del grupo pues tanto el Skoda Kamiq o el Seat Arona que comparten plataforma y tecnología de propulsión con el T-Cross son los líderes de ventas de ambas marcas.
Motores eficientes y carrocería de moda
La fórmula de Volkswagen se basa en ofrecer un modelo con esa carrocería de moda, con una imagen joven y robusta; que brille por un aprovechamiento interior magnífico –ahí ayuda mucho la banqueta trasera deslizable–, que cuente con las avanzadas tecnologías de comunicación cada vez más importantes y que en la parte técnica proponga motores clásicos, pero de máxima eficiencia y buen rendimiento. Y aunque parezca que no; todavía hay mucha gente en nuestro país que no necesita para nada una etiqueta ECO.
Con la actualización a la que ha sido sometido hace unos meses, además, ha ganado en estilo con una serie de retoques, pero sobre todo con una llamativa gama de colores que incrementan su atractivo. Además, hay luces y paragolpes nuevos entre otros elementos. También han mejorado los acabados en el interior, ahora con más presencia y más plásticos acolchados para darle mayor prestancia. Y sigue ofreciendo esa amplitud que se une a un maletero que oscila entre 385 y 466 litros.
En el interior, por cierto también se refuerza el estilo tecnológico con un salpicadero en el que la pantalla central –de 9,2 pulgadas en la versión R-Line probada– se ubica más arriba y es ahora flotante en lugar de estar encastrada. Esa pantalla permite gestionar las conexiones del teléfono a través de Android Auto o Apple CarPlay de manera inalámbrica. La digitalización también llega al cuadro de instrumentos, que ofrece muchas posibilidades de personalización de la información.
En el centro de la gama mecánica del Volkswagen T-Cross está la virtud
Estos elementos, los más vanguardistas de la propuesta del Volkswagen T-Cross se combinan con una oferta mecánica que no ha cambiado desde la renovación del coche y en la que solo se ofrecen alternativas de gasolina. Mantiene como versión de acceso el 1.0 TSI de 95 CV con cambio manual de cinco relaciones. Como tope de gama aparece el 1.5 TSI de 150 caballos con cambio de doble embrague DSG de siete relaciones como única alterntiva. Y en el centro –donde dicen que está la virtud– se sitúa la versión de 115 CV con caja de seis velocidades o automática DSG de siete.
Y este es el protagonista de nuesta prueba con el acabado R-Line y el cambio DSG… Y en este espectacular tono amarillo. Bajo el capó nos encontramos el motor tricilíndrico de 999 c.c. que la marca lleva años incorporando en sus modelos más comedidos. Un motor de funcionamiento magnífico, aunque tal vez no tan refinado como algunos de la competencia, pues su rumorosidad a veces se deja notar. Pero es una opción excelente para el que no quiere muchas complicaciones ni necesita elevadas prestaciones.
De hecho, ofrece un perfecto compromiso entre consumo y rendimiento, aunque si vamos a ir con el pasaje lleno o cargados, tal vez nos compense pagar los 2.000 euros que cuesta más la versión de 150 caballos. Pero solo en ese caso. Porque con esta versión hemos viajado cuatro personas por carretera y autovía a plena satisfacción… Y con un gasto que no llegó a los 6,8 l/100 km.
Otros apartados en los que brilla es en su comportamiento dinámico, con un perfecto compromiso entre confort y estabilidad gracias a unas suspensiones que priman el confort pero con la firmeza justa. O por su dirección que es magnífica por tacto y transmite todo lo que pasa bajo las ruedas o unos frenos que detienen el coche a la perfección. Y capítulo aparte merece el cambio pues es rápido y suave en su funcionamiento y gracias a las levas se puede ir aprovechando en cada momento el potencial del coche.
Para terminar de rematar la sencillez que le ha llevado al éxito, este T-Cross ofrece en lo alto de la gama el acabado R-Line que incluye prácticamente todo además de un estilo más deportivo: llantas de 17 pulgadas, faros Matrix LED con Dynamic Light Assist, Digital Cockpit Pro de 10,25 pulgadas, asientos deportivos, camára de visión trasera… Aunque eso sí, el precio de partida –31.740 euros sin promociones– no es precisamente barato.
Pero a cambio son otros muchos los atractivos de este auténtico triunfador, uno de los sólidos líderes de la marca alemana.
La clave
Aunque todos parezcamos ‘abducidos’ por la electrificación, realmente hay mucha gente que no la necesita. Y aquí es donde brilla una propuesta como la del T-Cross. Con una mecánica eficiente y contrastada, se convierte en un perfecto coche para todo uso.
Ficha técnica del Volkswagen T-Cross 1.0 TSI DSG
| Motor | 10 tsi |
| Disposición | Delantero transversal |
| Nº de cilindros/válvulas | 3, en línea / 12 |
| Cilindrada (c.c.) | 999 |
| Alimentación | Inyección directa, turbo e intercooler |
| Potencia máxima/rpm | 115 CV / 5.500 |
| Par máximo/rpm | 20,6 mkg / 2.000-3.500 |
| TRANSMISIÓN | |
| Tracción | Delantera |
| Caja de cambios | Automática de 7 velocidades |
| DIRECCIÓN Y FRENOS | |
| Dirección | Cremallera, eléctrica |
| Vueltas de volante (entre topes) | 3 |
| Diámetro de giro (m) | 10,7 |
| Frenos. Sistema (Delantero/Trasero) | Discos ventilados / Discos |
| SUSPENSIÓN | |
| Delantera: Independiente. | |
| Trasera: Independiente. | |
| RUEDAS | |
| Neumáticos | 205/55 R17 |
| Marca | Michelin |
| dimensiones y capacidades | |
| Peso en orden de marcha (kg) | 1.296 |
| Largo/Ancho/Alto (mm) | 4.127 / 1.760 / 1.573 |
| Capacidad del maletero (l) | 385-1.281 |
| Capacidad del depósito (l) | 40 |
Prestaciones y consumos del Volkswagen T-Cross 1.0 TSI DSG
| velocidad máxima | 192 km/h |
| Aceleración (en segundos) | |
| 400 m salida parada | 17,4 |
| 1.000 m salida parada | 31,4 |
| De 0 a 50 km/h | 3,75 |
| De 0 a 100 km/h (oficial) | 10,28 (10,3) |
| Recorriendo (metros) | 161,14 |
| Recuperación (en segundos) | |
| 400 m desde 40 km/h en D | 14,89 |
| 1.000 m desde 40 km/h en D | 28,83 |
| De 80 a 120 km/h en D | 6,66 |
| Recorriendo (metros) | 184,54 |
| Error de velocímetro a 100 km/h | + 1% |
| Frenadas (en metros) | |
| Desde 60 / 100 / 120 km/h | 14,55/41,17/59,66 |
| sonoridad (en decibelios) | |
| A 60 km/h / A 90 km/h / A 120 km/h | 60,2/63,3/67,9 |
| consumos | l/100 km |
| ciudad A 22,1 km/h de promedio | 8,3 |
| carretera A 90 km/h de crucero | 6,8 |
| autopista A 120 km/h de crucero | 8,9 |
| Consumo medio (Porcentaje de uso 30% urbano; 50% autovía; 20% carretera) | 8,3 |
| autonomía media | |
| Kilómetros recorridos | 813 |
| consumos oficiales | |
| Ciclo mixto | 5,8 |
