Volkswagen siempre ha creado productos solventes; de esos que devuelven en forma de kilómetros de satisfacción cada euro invertido en la compra. Y en este Tiguan e-Hybrid no iba a ser menos. No es barato, porque los 47.280 euros que cuesta con la campaña de financiación pero sin Moves III (51.140 PVP) este modelo no es poco, pero vale cada euro. Tanto desde el punto de vista de la versatilidad, donde su aprovechada carrocería lo convierte en un 'familiar de libro', como desde el de las prestaciones y el rendimiento o desde la eficiencia, momento en el que su combinación gasolina-eléctrico es casi perfecta. Y no digamos si lo analizamos desde el comportamiento dinámico, aspecto en el que el Tiguan sobresale.
Además, esa dualidad entre gasolina y eléctrico se convierte en cierto modo en una doble personalidad, porque los 245 caballos -cuando los dos motores trabajan unidos- permiten aceleraciones fulgurantes para un coche de su tamaño, volumen y peso (en nuestras mediciones mejora en tres décimas los 7,5 segundos que homologa); y los 115 caballos del motor eléctrico hacen que nos 'deslicemos' hasta los 140 km/h como en una alfombra mágica, sin ruido y con un consumo más que ajustado. Incluso con la batería descargada y sin los 13 kWh de capacidad, el gasto en gasolina es muy correcto, por debajo de los 7 l/100 km durante nuestra prueba.
Esta doble personalidad hace que a diario podamos gastar 0 euros en gasolina en nuestros recorridos habituales (los 50 kilómetros de autonomía no son imposibles de conseguir, ni mucho menos) y que más allá de las obligaciones domésticas durante la semana, podamos dar rienda suelta al dinamismo en viajes de fin de semana, vacaciones…
En ese momento al Tiguan le sale la vena más marchosa y es capaz de proporcionar grandes momentos. Porque al aplomo y confianza que transmite cualquier Tiguan éste suma aún más gracias a unas baterías que rebajan el centro de gravedad y proporcionan una gran estabilidad. No es una pluma pero se mueve con gran agilidad. Y gracias a sus diferentes programas de conducción adaptamos su rendimiento a lo que busquemos en cada momento -Eficiencia en modo Eco, deportividad en modo Sport o el modo Hybrid que busca en cada momento la mejor relación entre eficiencia y consumo-. Además de que podemos actuar sobre la citada eficiencia aumentando la capacidad de regeneración de la batería en la frenada con lo que arañaremos metros de autonomía. También podemos guardar la carga para cuando entremos en la ciudad o cargar la batería en marcha con la energía del motor de combustión, algo poco recomendable pues disparará el consumo.
Pero la sensación durante la semana que hemos pasado con este Tiguan e-Hybrid es que en todas las situaciones se ha comportado con gran solvencia; puede que no sea el más sobresaliente del segmento en ningún apartado; pero sí es un notable alto en el conjunto. Solvencia Volkswagen.
LA CLAVE
Un valor seguro este Tiguan e-Hybrid; uno de esos coches de 'fondo de armario' con el que no te equivocas nunca. Versátil, amplio, tecnológico, dinámico y eficiente. Y sobre todo con la sensación de que cada euro invertido merece la pena… Aunque no sean pocos los que hay que invertir.
