La historia de Land Rover está absolutamente unida al todoterreno, a las prestaciones cuando se acaba la carretera… Y la de Range Rover suma a esto, la exquisitez, el lujo, el refinamiento, la exclusividad. Pero seguro que si a los responsables de Range Rover se les pidiera decantarse por una de estas características, la primera quedaría a salvo. Porque el ADN de la marca británica es campo, aventura, todoterreno… Cuando acaba la carretera empieza la diversión.
Por eso, la marca quiere que sus compradores sepan lo que compran, que conozcan de lo que son capaces sus coches. Porque los Range Rover son coches con los que podemos estar en el barro durante el día y en la ópera por la noche. Una imagen gráfica para explicar esta dualidad que posiblemente solo se da en esta marca.
Con esta intención, la firma organiza desde hace años actividades para que sus clientes sepan lo que tienen entre las manos, las posibilidades -casi ilimitadas en el mundo TT- que ponen en juego cada uno de sus modelos. En nuestro país, el Andorra Snow Challenge se ha convertido en un clásico en el que los modelos de la firma británica se convierten en perfectos compañeros de nevada. Y en el ‘trineo’ más exclusivo y lujoso.
El nuevo Range Rover Sport sorprende en Andorra
Este año, el evento, en el que han participado 380 clientes -y otros 350 se han quedado en lista de espera- ha tenido como vehículo para las pruebas el nuevo Range Rover Sport, el más deportivo y dinámico de la exclusiva marca inglesa. Sobre las nieves de la estación de Grandvalira, han dejado boquiabiertos a todos los participantes por su potencia, rendimiento y dinámica… Y por ser capaces de enfrentarse -y salir airosos- de las pruebas más increíbles.
Y en este evento hemos sido invitados a comprobar de primera mano todo lo que es capaz de hacer el nuevo Range Rover Sport. Con la experta ayuda de los monitores del Land Rover Experience Center de Iberia nos hemos enfrentado al nevado -y también helado- circuito en las pistas de Grandvalira. Con dos mensajes principales ‘enmarcados’ en nuestro cerebro -siempre hay que mirar lejos para saber dónde quieres que vaya el coche y en la nieve hacer las cosas despacio y con suavidad es clave- nos enfrentamos a unas cuantas vueltas al circuito.
Eslalon con conos, subida de pendiente, bajadas deslizando y controlando con el freno la entrada de la electrónica para que el coche nos ayude, frenadas con esquiva… En definitiva un cursillo de conducción sobre esta particular y complicada superficie que nos permite, además, de mejorar nuestra técnica de conducción, dominar el control del vehículo en terrenos nevados y aumentar tu confianza al volante. Un master en seguridad, en definitiva.
El Terrain Response del Range Rover Sport hace maravillas
Y un curso que demuestra que el que realmente sabe qué hacer es el coche. Los sistemas que incorpora -el sobresaliente Terrain Response- hacen que el coche nos ayude a salir de cualquier atolladero. Sobre esta superficie, la selección de terrenos resbaladizos hace qu el coche se comporte con absoluta finura, que adopte la relación más larga posible para evitar subvirajes o sobrevirajes y que se mueva con absoluta suavidad… Pese a que hablamos de un gigante de más de dos toneladas.
Pero el nuevo Range Rover Sport también te da la oportunidad de ser tú quien toma las decisiones; y sin llegar a desactivar todos los controles, ponemos el modo arena para que sea nuestra destreza, finura o contundencia al volante, la que nos ayude a salir del atolladero… aunque el ‘angel de la guarda’ electrónico sigue presente. Con este modo nos damos las últimas vueltas, apurando el ritmo y descubriendo que casi en cualquier circunstancia fuera de carretera, con el Range Rover Sport saldremos adelante.
Imagino la cara que se les quedará a los clientes de la marca británica tras descubrir, por sus propios medios, que ese coche elegante, distinguido y exclusivo es capaz de hacer estas cosas cuando decides que se acabó la hora del asfalto.
