Siempre es de agradecer la llegada de un vehículo diferente. Y no es que el Renault Arkana haya inventado nada, pues el concepto SUV con tintes coupé ya existía, pero cuesta encontrarle rivales directos en el segmento generalista. Y más con tecnología híbrida. Alguno hay, pero más pequeño, y el resto se dispara en precio por su condición premium.
Y es que el nuevo Arkana llama la atención no sólo por su dinámica silueta, también por su tamaño. Se va hasta los 4,57 metros (8 centímetros más que un Kadjar), pero lo curioso es que nace desde la plataforma del Clio y del Captur. Sí, se ha estirado al máximo porque el objetivo era ofrecer un vehículo muy aparente sin disparar el precio. Reto conseguido porque Renault anuncia desde 21.106 euros el modelo de entrada, con promociones y financiación. En nuestro caso, el híbrido autorrecargable incrementa el coste hasta los 23.540 euros si nos acogemos a todas las ayudas y al acabado de acceso.
También nos ha sorprendido su elevada distancia al suelo, 20 centímetros, más de lo que ofrecen muchos SUV con ciertas cualidades off road. Y no es el caso del Arkana, con el que sí podemos afrontar pistas de tierra, pero su personalidad es 'asfáltica' y no contempla guiños tecnológicos para salir fuera de aventuras. Algo similar ocurre con la deportiva apariencia RS Line de nuestra unidad, exclusivamente estética, ya que no trae consigo nungún tipo de ajuste específico en el chasis.
Todo lo comentado hasta ahora tiene su lógica en el interior. No hay cambios sustanciales en la presentación, apariencia y calidad con el Captur. Sí que notaremos que estamos sentados en un plano muy elevado, ideal para ampliar el campo de visión, sobre todo en ciudad, aunque es la sensación de espacio detrás la que marca su personalidad. De hecho ofrece un más que generoso espacio para las piernas, una buena altura al techo (aunque al salir la marcada caída del techo obliga a bajar la cabeza) y una anchura que como suele ocurrir en este segmento es algo justa para tres adultos.
Mención especial para el maletero. Nuestra unidad ofrece 480 litros -pierde 33 respecto a las versiones mild hybrid de 12V- debido al mayor tamaño de la batería autorrecargable. Aun así sigue siendo realmente amplio, lo mismo que el portón, aunque no cuenta con regulación eléctrica.
Con 145 CV
Nuestra unidad también comparte la tecnología híbrida con el Captur o el Clio. Se trata de un sistema autorrecargable de 145 CV, fruto de combinar un motor térmico de 94 CV y dos eléctricos, de 36 y 15 kW, respectivamente. El más modesto sirve para iniciar la marcha y para ajustar el régimen de velocidad de giro con el propulsor térmico. El motivo es que la caja automática multimodo, que presenta 15 combinaciones diferentes, carece de embrague y sincronizadores, solución heredada de la experiencia acumulada por Renault en la F-1 los últimos años.
El Arkana E-TECH Híbrido siempre arranca en eléctrico. Y a partir de ese momento es el propio sistema el que gestiona toda la tecnología en función de las necesidades de cada momento. Una de ellas es la energía disponible en la batería de iones de litio de 1,2 kWh de capacidad, que alimenta el sistema eléctrico y que se recarga por efecto de la frenada regenerativa o desde el motor térmico con energía que no es necesaria para el funcionamiento del vehículo.
Renault anuncia que esta versión puede circular hasta un 80 por ciento del tiempo en modo eléctrico en ciudad. No sabemos si tanto, pero es evidente que el aporte eléctrico toma más protagonismo que en otros modelos similares, y también hemos comprobado que si forzamos el modo EV su autonomía eléctrica es muy superior a la de otros rivales, superando incluso los 4 kilómetros si la batería está a tope.
No hay muchos modelos que puedan presumir de un refinamiento en marcha tan alto, sobre todo en ciudad y fuera de ella a ritmos sosegados. Si incrementamos el ritmo el cambio actúa ya más como un variador continuo, elevando la rumorosidad. En cualquier caso sólo hemos detectado una especie de salto de marcha al alcanzar los 120 km/h. Del resto de combinaciones, ni rastro, lo que dice mucho de su progresividad y suavidad.
A pesar de que a la hora conducir este tipo de vehículos nos cambia el 'chip' y la prioridad pasa por la eficiencia, el Arkana E-TECH Híbrido ofrece un buen rendimiento general. No es una referencia en este sentido pero los tiempos registrado salen y resultan solventes para adelantar o pasar un buen rato… siempre que la batería lo permita. Nos explicamos. Si llegamos a una pronunciada y prolongada pendiente -tipo AP6 desde Guadarrama hasta el túnel- sin que la batería pueda aportar energía al motor eléctrico, nos quedamos algo justos de potencia -sólo tiran los 94 CV de gasolina-. Luego, al llanear, la batería se recarga rápidamente. Es el único lunar que encontramos en la prueba dinámica, y nunca ocurrirá a ritmos más tranquilos y sosegados.
Su dinámica es, como no puede ser de otra manera, muy Renault. Buena pisada y estabilidad, suspensión cómoda y a la vez firme para sujetar la carrocería, una dirección firme aunque no extremadamente comunicativa, unos frenos contundentes y diversión más bien justa porque la electrónica entra rápidamente,
No podemos cambiar de manera secuencial, pero sí variar ligeramente su personalidad gracias al asistente Multi-Sense, con los perfiles ECO, Sport y el equilibrado My Sense. También se puede incrementar la intensidad de la frenada regenerativa con el modo B en la palanca del cambio, que cuenta con una gestión eléctrónica. Y no nos olvidamos del consumo. Homologa 5,0 litros, nosotros firmamos 6,1 de media, y en ruta a fuerte ritmo registró 7,5. Unos números muy atractivos, lo mismo que el generoso y avanzado equipamiento de serie.
LA CLAVE
Reconozco que me he sentido muy observado los días que he estado probando el nuevo Arkana. Su diseño llama la atención, pero me convence el espacio detrás y su generoso maletero. Ya en marcha el sistema eléctrico cobra mayor protagonismo que en otros modelos híbridos, y se nota en su agradable confort y refinamiento, sobre todo en ciudad. Fuera de ella ofrece un buen rendimiento y un consumo acorde a lo esperado. Es único en su especie.
EL DETALLE
Gama eficiente. Sin diésel y todos ECO.
Hay un lazo de unión en toda la gama del nuevo Renault Arkana. Todos los modelos que se comercializan portan la etiqueta medioambiental ECO, todas las versiones cuentan con cambio automático, están electrificadas y no se contempla diésel. Además de la variante híbrida autorrecargable de 145 CV probada, el Arkana también cuenta con dos versiones híbridas ligeras alimentadas por un sistema eléctrico de 12V. La de acceso consta de 140 CV y por encima se sitúa otra ya con 160. Ambas comparten un bloque de gasolina TCe de 1.3 litros y una transmisión automática EDC con doble embrague y 7 relaciones.