El Renault Austral, el primer as de la baraja que el fabricante francés pone en juego en busca del tiempo perdido. Una primera baza en la reconquista del máximo protagonismo como marca en el panorama internacional, que va directamente a los sentidos. Sin medias tintas, la marca francesa lanza el Austral con el fin de competir con garantías en el segmento más competido del mercado. El de los SUV compactos, al que pertenece uno de cada tres coches vendidos en España.
1Una clara apuesta
Por ello Renault ha puesto toda la carne en el asador sin dejarse nada en el camino, para lanzar un modelo competitivo al máximo sobre el papel. Digo esto último, porque es lo que nos toca comprobar en esta primera prueba de conducción. Ya habíamos sido presentados, porque hace unos meses pudimos ver el Renault Austral en directo, en la sede de la marca en París, como sustituto del Kadjar. Allí estuvo nuestro dire, donde se comunicaron la mayoría de sus datos técnicos.
Y recientemente también se comunicaban los precios de toda su gama para España y su equipamiento, abriéndose la pre-venta. Por lo tanto, el siguiente paso ya era ponernos al volante de un coche sobre el que se ha creado una gran expectativa. Un modelo ‘made in Spain’, producido en la fábrica Renault de Palencia, donde se ensamblan los motores y caja de cambio. Estos fabricados en Valladolid y Sevilla.
El primero de los Austral fabricados en España, al que seguirán dos versiones en los dos próximos años. La variante siete plazas destinada a sustituir al Espace, abandonando este concepto. Y otra versión de estilo coupé.