He de confesar que por mis manos han pasado cuatro Seat Ibiza Cupra con el motor 1.4 TSI y cambio DSG. Cada vez que lo he conducido me gustaba más, y siempre me ha parecido un deportivo para uso diario. Potente, divertido, ahorrador… Lo tenía todo.
Pero esta combinación motor-cambio no era del gusto de todos y los 'chicos' de Seat Sport le han dado un giro de 180 grados.
Han pasado de lo más de lo más en 'downsizing' -1.4 y 180 CV- a un enérgico 1.8 TSI. Y su cambio automático de doble embrague y 7 marchas se reemplaza por un clásico manual. No hay opción al DSG como sucede en su clon, el Polo GTI. Esta es la principal razón para reducir su precio hasta unos sorprendentes 21.400 euros -1.400 menos que antes-, que con descuentos se queda en 17.680 euros. Y ojo, porque equipa faros de xenón, cuatro airbag -los de cortina son opcionales-, sensores de lluvia y luces, pantalla táctil de 5'', climatizador, suspensión adaptativa…
Con dos modos de conducción
Esta última se controla desde el Cupra Drive Profile como en su hermano mayor el León, pero sólo afecta a la dirección, la suspensión y el sonido del motor. Dispone de dos modos -Confort y Sport- que varían radicalmente el carácter de este renovado Ibiza Cupra.
En Confort es un Ibiza con 'mala leche', pues es cómodo de suspensiones, aunque esconde 192 CV que tienes disponibles de inmediato con sólo acariciar el acelerador. Ahora suma 'Start-Stop' y su consumo se rebaja -al 1.4 TSI le medimos 8,2 l/100 km de media-.
En modo Sport pide guerra
Pero al seleccionar el modo Sport pasa a ser 'mala leche' con un traje de Seat Ibiza. Ahora las suspensiones leen cada milímetro de asfalto, el acelerador se convierte casi en un botón, la dirección se endurece y el motor suena más 'gordo' que antes. Este Cupra pide guerra y nosotros no queremos que cesen las curvas. Es sumamente divertido, pues al contrario de lo que podrías pensar, este motor 1.8 TSI pesa menos que el 1.4 TSI -el motor arroja 133,4 kilos y el coche completo es un kilo más pesado que antes- y su comportamiento no difiere de su antecesor. El diferencial XDS+ trabaja a las mil maravillas, mientras que sus frenos cumplen de sobra ?los discos delanteros pasan de 288 a 310 milímetros? y el ESP, que tiene modo Sport, te deja hacer.
Corre infinito. Calca lo homologado a la hora de acelerar -al 1.4 TSI le medimos 6,8 segundos- y recupera visto y no visto. Es más, hemos realizado un 80-120 km/h en 3ª velocidad y ha necesitado sólo 3,8 segundos. Más que nada, porque el 1.4 TSI en D engranaba tercera y lo hacía en 4,3…