Pocos fabricantes apuestan por la carrocería familiar a partir de un modelo utilitario. Las tendencias han ido cambiando el diseño hasta derivar en modelos con formas de monovolumen o de todocamino, dejando sólo a tres o cuatro fabricantes al frente de un segmento que ofrece una larga lista de ventajas frente a la moda más reciente. Ventajas de un vehículo con carrocería familiar, como el menor peso, la aerodinámica, el precio o el consumo.
El Ibiza ST mide 4.236 milímetros de longitud, es decir 175 mm más que la versión de 5 puertas, manteniendo la distancia entre ejes de 2.469 mm. Este generoso tamaño, permite aumentar la capacidad del maletero nada menos que 138 litros hasta los 430 con los respaldos en posición normal, y supera incluso el ofrecido por su hermano mayor el Seat León de 5 puertas. El espacio de carga con los asientos traseros abatidos también aumenta 226 litros frente al Ibiza compacto y pasa de 938 a 1.164 litros. De serie el ST lleva kit de reparación en caso de pinchazo, pero Seat vende una rueda de repuesto de tamaño normalizado por 96 euros.
Seat Ibiza ST 1.6 TDI 90cv por dentro y por fuera
La carrocería ST o break, es la más práctica de la gama, y el Ibiza con ella se convierte en uno de los utilitarios más interesantes que hay por su relación tamaño exterior, espacio interior. Pero además en este caso, combinando el eficaz motor TDI de 90 caballos con el no menos brillante cambio automático de doble embrague DSG y 7 velocidades, nos encontramos ante una de las compras más inteligentes en un segmento poco dado a los derroches tecnológicos. Y decimos inteligente por varias razones. La primera, porque es una combinación mecánica que permite moverse con mayor agilidad de lo que de antemano se piense que van a rendir los modestos 90 caballos. Segunda, porque el agrado al volante que transmite un cambio como el DSG es tan magnífico que resulta difícil de explicar con palabras, pero una vez que lo pruebas ya no quieres otra cosa. Y tercera, porque el consumo real de este modelo es verdaderamente muy bajo. Y es que no siempre un cambio automático obtiene unos consumos más elevados de un motor que su equivalente con cambio manual. En este caso la diferencia entre ellos es de tan sólo una décima a favor del manual, un dato prácticamente anecdótico para un consumo real sorprendente de 4,9 litros de media cada 100 kilómetros.
Pero analizando todos los datos, lo cierto es que hay cifras todavía más increíbles, como los menos de 4 litros cada 100 kilómetros a 90 km/h, los menos de 5 a 120 km/h o los 5,5 l/100 km en un recorrido urbano puro y duro y sin tener que recurrir al sistema 'Stop/Start'. Incluso si conducimos el Ibiza ST 1.6 TDI DSG sin miramientos y sin preocuparnos por el consumo, el gasto real nos sigue pareciendo de risa ya que en ningún caso pasará de los 6 l/100 km. En este sentido el cambio DSG, que opcionalmente puede contar con levas de cambio manual en el volante, cuenta con una posición S que en vez de buscar siempre la marcha más larga para ahorrar, engrana una marcha menos, la mantiene más tiempo y la apura más antes de cambiar a una superior. De hecho, si se hunde el pie en el pedal derecho, hemos visto la aguja del cuentavueltas rozando las 5.000 revoluciones, casi en zona roja, aprovechando al máximo el rendimiento del motor TDI. Un hecho extraordinario en un motor diésel de tan baja cilindrada y menos con un cambio automático, normalmente sistemas muy conservadores con la mecánica. Paralelamente, el carril manual secuencial permite cambiar de forma manual a todo aquel que piensa que los cambios automáticos son aburridos y funcionan sin contar con el conductor. No obstante y aunque esa alternativa se agradece, lo cierto es que la tecnología DSG de doble embrague funciona de una forma tan eficaz que uno enseguida se olvida de tocar la palanca. Es verdad que supone un coste de 1.100 euros respecto al cambio manual, sin embargo es una inversión muy recomendable por lo que se gana en calidad de vida y agrado al volante.
Rendimiento del Seat Ibiza ST 1.6 TDI 90cv
En cuanto al rendimiento del 1.6 TDI de 90 caballos, habría que decir que no es un cohete pero cumple mejor de lo esperado en un coche que sólo pesa 55 kilogramos más que el Ibiza compacto. Buena parte de culpa de que este propulsor mueva al ST con solvencia y de que, normalmente, no se echen de menos más caballos, es del cambio. Pero también hay que reconocer que el motor, que incluso mueve al nuevo Toledo con garantías, es una delicia por rendimiento, silencio de marcha y ausencia de vibraciones.
Buscando el magnífico comportamiento que Seat proporciona a cualquiera de sus modelos, el Ibiza ST ha sido sometido a una recalibración de los tarados de muelles y amortiguadores en el eje trasero con el fin de estar preparado para soportar más carga manteniendo el tacto deportivo que caracteriza a Seat en general y a los Ibiza en particular. Y el resultado real es que los ingenieros del Centro Técnico de la marca en Martorell lo han vuelto a conseguir, manteniendo un aplomo de un segmento superior sin comprometer la comodidad de los ocupantes. Además, el cambio automático DSG, un lujo en este segmento, propicia una mayor concentración en la conducción sin separar las manos del volante.
El Ibiza ST 1.6 TDI ofrece un reparto de pesos más equilibrado y un comportamiento sano y predecible, algo que se puede resumir en pocas palabras: es divertido y fácil de conducir.
La carrocería ST tiene un incremento de precio respecto al compacto de tan solo 750 euros, una cantidad que compensa sobradamente por la practicidad y espacio que se consiguen a cambio.
En cuanto al equipamiento, la versión Style cuenta con elementos tan convenientes como los cuatro airbags, el ESP, el control de crucero, los espejos exteriores calefactados, el climatizador automático, las llantas de aleación o el radio CD entre otros. Además, como opción esta versión puede incorporar sensor de lluvia y luces, redes en maletero y cajones bajo los asientos, asientos delanteros calefactados, 'Seat Portable System Live', airbag de cortina, sensores de aparcamiento, faros bixenón o techo eléctrico de cristal entre otros.