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Seat León SC 2.0 TDI 150 CV FR. El Coche del Año en traje de sport

Con 142 puntos, el Seat León se ha impuesto holgadamente a rivales como el nuevo Peugeot 308 -94 puntos- o el Renault Captur -24 puntos-, alzándose con el galardón de 'Coche del Año en España' y sumándose a los míticos Seat 131, Ritmo y Málaga, que también consiguieron este mismo reconocimiento en 1976, 1980 y 1986 respectivamente.

Disponible en tres carrocerías

Ante rivales de semejante calibre, el León impone su ley con argumentos como su imagen, su calidad, su tecnología o su comportamiento, sin dejar de lado una completa gama, con 102 opciones a elegir, fruto de combinar cinco motores TDI, otros tantos TSI, seis acabados, tres carrocerías… Y es que el nuevo León está disponible en tres puertas -SC-, cinco puertas y en familiar ST. Todos ellos basados en la nueva plataforma modular 'MQB', la misma que usan el A3, el Golf o el Octavia.

El que hoy hemos probado a fondo es uno de esos 'nuevos' León que nunca antes había existido, una versión de tres puertas 'de verdad'. Es 35 milímetros más corto que un León de cinco puertas, justo lo que se reduce su distancia entre ejes. Esto también sucede entre un Audi A3 y un A3 Sportback. El toque picante lo pone el deportivo acabado FR, con paragolpes específicos y llantas de 17 pulgadas, a los que nuestra unidad sumaba los fantásticos faros Full Led, que aportan gran potencia de iluminación al conducir de noche, y opcionales por 1.188 euros. Para darle más dinamismo, su luna posterior va más tendida, pero estos cambios estéticos no afectan a su maletero, que mantiene 380 litros, aunque con un plano de carga algo elevado. Esos 35 milímetros que pierde entre ejes restan espacio para las piernas detrás, además de que siempre es más incómodo acceder a esa zona por muy bien resuelto que esté el sistema que abate los asientos delanteros. Esta pega se soluciona con pagar 350 euros, que es la diferencia entre este SC y un León de cinco puertas, o los 1.100 euros que lo separan del familiar ST con 587 litros de maletero. Aún así, la cota de anchura detrás es buena y hay incluso salidas de ventilación, algo de lo que tenían que tomar ejemplo otras marcas.

Los FR cuentan con asientos deportivos, un volante específico con costuras en rojo, las cuales decoran un interior que mejora exponencialmente la calidad de los materiales respecto a su antecesor. La ergonomía es buena, y su pantalla central táctil simplifica el manejo de la radio, la navegación o el teléfono, operaciones que se pueden hacer también desde el volante, visualizando los datos en la pantalla que hay entre los relojes. Eso sí, los indicadores de la temperatura y el combustible, digitales, se deberían ver mejor cuando incide la luz en ellos.

La gama León cuenta con solventes motores TSI, de hecho nos fascinó el 1.4 TSI de 140 CV. Pero el grueso de las ventas recae en los TDI, donde este 2.0 de 150 CV pone un toque de picante, pues sus prestaciones son superiores a las del 1.6 TDI de 105 CV o 110 CV, en el caso este último, de los Ecomotive. Por encima sólo encontramos el de 184 CV, que además de potencia extra, ofrece una suspensión trasera independiente, mientras que el resto ha de conformarse con una barra de torsión, una solución más económica, pero que ofrece una dinámica fuera de toda duda, más si se combina con el chasis activo DDC -657 euros-, que permite variar la dureza de la suspensión con el botón 'Seat Drive Profile' que presenta cuatro 'set up' para variar también el tacto de la dirección, la gestión del motor, el control de velocidad, e incluso la iluminación ambiental, que pasa de blanco a rojo cuando activamos el modo 'Sport'.

Así pues, el comportamiento de este León es ejemplar, ayudado por su contenido peso y por el autoblocante electrónico 'XDS', que minimiza las pérdidas de tracción cuando aceleramos sin miramientos. Y es que las hay, debido a su 2.0 TDI de 150 CV, un motor que ofrece un rendimiento espléndido. Lo probamos en un León SC en el número 1.545 de Motor16, en aquella ocasión junto al cambio DSG, una opción de 2.020 euros.

Con mejores prestaciones

Ahora le toca el turno a la versión de cambio manual, que presenta unos desarrollos finales algo largos, que lastran un poco los tiempos cuando abusamos de 5ª o 6ª velocidad y jugamos en la parte baja del cuentavueltas, momento en el que el propulsor no entrega con contundencia todo su par. Si éste no es nuestro estilo de conducción, las prestaciones son sensacionales, con unos datos de aceleración cercanos a los registros oficiales y no muy lejos de los obtenidos por el DSG, al que medimos 8,3 segundos para pasar de 0 a 100 km/h. En las recuperaciones sucede algo similar, pues con el cambio manual emplea 6,7 segundos para efectuar una maniobra de adelantamiento -de 80 a 120 km/h en 4ª velocidad-, por los 6,0 del DSG, que bien es cierto, aprovechaba la 3ª marcha.

Ayudado por el sistema Start/Stop, este León SC ha consumido 5,3 l/100 km reales de media, por los 4,1 que homologa oficialmente. Es decir que consume medio litro menos de lo que gastó este mismo motor con el cambio DSG. Un dato verdaderamente llamativo que convierte al León SC 2.0 TDI FR en un deportivo que a la vez ahorra.

El acabado FR implica un equipamiento muy abundante a todos los niveles, no obstante hay que justificar sus 24.660 euros, aunque es muy probable que en el concesionario y presionando sólo un poco, nos podamos llevar una gratísima sorpresa.