Kia homologa para el Niro un gasto medio de 3,8 l/100 km -3,8 en ciclo urbano y 3,9 en el extraurbano- para los acabados Concept y Drive, equipados con neumáticos 205/60 R16, y anuncia una media de 4,4 l/100 km para el Niro Emotion, que apareja de serie unos 225/45 R18. Este último ha sido precisamente el elegido para nuestra prueba de consumo, que nada tiene que ver con un test de laboratorio, pues se ha desarrollado por calles y carreteras 'de verdad', aunque a unas horas en las que la densidad del tráfico no influyese en el resultado.
Y el objetivo del ensayo era múltiple. Por un lado, se trataba de verificar si la media oficial es fiable o si dista del promedio real, y para ello definimos un 'circuito' que tuviese un tercio de ciudad y dos tercios de carretera, con puntos fijos donde decelerar o detenernos para simular retenciones o paradas en semáforos. Pero, además, queríamos saber hasta qué punto influye la forma de conducir en el gasto final; y para ello, una misma persona repitió sucesivamente el recorrido cinco veces. Los registros obtenidos fueron muy positivos, pues en casi todos los supuestos mejoramos el gasto homologado, ya ajustado.
En cuanto al Kia Niro, recordar que su mecánica híbrida está formada por un 1.6 GDI con inyección directa de gasolina y un motor eléctrico -suman 141 CV y 27,0 mkg de par máximo-, combinados con una ligera batería de polímeros de iones de litio de 1,56 kWh y un cambio automático DCT de doble embrague y seis marchas -tiene modo manual, pero lo usamos en modo automático en los cinco test- cuyo sistema TMED reduce las pérdidas de energía y maximiza la respuesta a alta velocidad.
TEST 1
Empezamos por el test a ritmo más tranquilo, con una conducción enfocada claramente al ahorro: utilización mínima de los frenos -a base de aumentar la distancia de seguridad y dejar de acelerar en cuanto prevemos una detención-, aceleraciones muy suaves desde parado o al recuperar velocidad… Para cubrir los 9,4 kilómetros del recorrido -un tercio en ciudad y el resto por carretera y vías de circunvalación- empleamos 11 minutos. La velocidad media fue de 51 km/h y, según el ordenador del Niro, el 100% de nuestra conducción fue 'económica'. El resultado, soberbio: 3,7 l/100 km, muy inferior a los 4,4 homologados por el Niro Emotion.
TEST 2
En el segundo ensayo realizamos también una conducción muy ahorradora, lo que confirmó el ordenador del Niro al definir nuestro estilo como 'cien por cien económico', pero aumentamos ligeramente el ritmo de marcha y eso se tradujo en un minuto menos para recorrer los 9,4 kilómetros de ciudad y carretera, y en una media de 53 km/h. Pese a tratarse de una conducción mucho más próxima a la que practica buena parte de los usuarios -la 'rama' ecológica de los automovilistas, por así decirlo-, el consumo real fue de 3,8 l/100 km, cuando el Niro Emotion -dotado de neumáticos 225/45 R18- anuncia 4,4 litros en ciudad y 4,5 en carretera.
TEST 3
El siguiente test se saldó con el mejor rendimiento de los cinco, pues elevamos levemente el ritmo de marcha respecto al segundo ensayo -la velocidad media fue de 55 km/h- pero el gasto real fue de sólo 3,7 l/100 km. Excelente, pues suponía gastar lo mismo que en el primer test pero con 4 km/h más de velocidad media. El ordenador del Kia Niro definió nuestra conducción como 92% 'económica' y 8% 'normal', lo que demuestra que un estilo más vivaz o 'alegre' al volante, y con aceleraciones algo más rápidas al salir de cruces o de rotondas, no tiene por qué afectar al gasto si conducimos de forma fluida y anticipándonos a las situaciones del tráfico.
TEST 4
Nuestra cuarta prueba fue casi una réplica de la tercera, pero con aceleraciones aún más decididas -no 'deportivas'- al salir de semáforos y rotondas, o al recuperar velocidad tras pasar por zonas que exigían disminuir el ritmo. La media subió de 55 a 58 km/h, y el tiempo bajó un minuto, pero el ordenador calificó de idéntica manera el estilo: 92% 'económico' y 8% 'normal'. Habíamos presionado más el acelerador en cada tramo, pero sin saltar a un estilo de conducción menos ecológico. Aunque, como norma, acelerar más significa consumir más, y la mejor prueba es el gasto medido: 4,5 l/100 km, que casi calca los 4,4 litros de media oficial.
TEST 5
Nos olvidamos de la conducción económica en nuestro quinto test con el Niro, y aunque también respetamos los límites de velocidad -50 km/h en ciudad y 90 en carretera-, realizamos un uso más dinámico del coche: aceleraciones más rápidas, frenadas más intensas… La velocidad media subió a 64 km/h, y es también un tipo de conducción frecuente entre los automovilistas, que nada tiene que ver con una conducción agresiva. De hecho, el ordenador definió nuestro estilo como 'normal' en el 62% del recorrido, y como 'económico' en el 38% restante. Así las cosas, el consumo medio real de 4,8 l/100 km nos pareció un registro sensacional.
