La clásica arquitectura híbrida de Toyota, popularizada por el Prius hace dos décadas, sigue funcionando de cine para dar respuesta a quienes buscan coches eficientes y fáciles de usar: sin cables, sin tener que buscar surtidores especiales para repostar… De hecho, la gama Corolla ofrece solo versiones híbridas con etiqueta ECO, y aunque otras veces ya hemos comentado que por prestaciones, agrado y funcionamiento del cambio nos gusta bastante más la mecánica 180H -un 2.0 de gasolina de 152 CV y un motor eléctrico de 109 CV que totalizan 184 CV-, comprendemos que buena parte del público apunte al 125H aquí probado -122 CV en total al asociar un 1.8 de 98 CV y un motor eléctrico de 72 CV-, pues su rendimiento ya es suficiente para lo que pide la mayoría -sobre todo en ciudad o circulando por autovía-, el precio es inferior -2.000 euros a igualdad de equipamiento- y, muy importante, el maletero es 48 litros mayor en el menos enérgico: 361 litros. O sea, es más racional. Y gasta algo menos, lo que pone la guinda en un segmento donde el usuario mira ese apartado: si al Corolla 180H le medimos en su día 6,3 l/100 km de promedio real, en el 125H han sido 6,1.
Habrá quien se sorprenda por ese último valor porque la firma japonesa homologa 4,9 l/100 km de media WLTP, y no digamos si recordamos los 3,7 l/100 km del ciclo NEDC, mucho menos realista; pero es que el consumo de nuestro protagonista es sensible al tipo de recorrido y al estilo de conducción: es austero en carretera a ritmos tranquilos y gasta poquísimo en ciudad, volviéndose más ahorrador cuanto más difícil está el tráfico; pero su sed se dispara si exigimos mucho de la mecánica, sobre todo en esta variante, que no va sobrada de potencia. Aunque le damos mejor nota en las maniobras de adelantamiento -de 80 a 120 km/h emplea 8,3 segundos- que acelerando desde parado. No obstante, en ambas operaciones el motor se torna rumoroso, pues el cambio automático CVT sigue revolucionando mucho el motor de gasolina al acelerar con ganas. Y da igual el modo de conducción elegido: Eco, Normal o Sport.
Y es que el Corolla 125H no es un deportivo, por más que su comportamiento sea bueno, y más con los 225/45 R17 del acabado Style, que le sujetan bien al asfalto. Una actitud en curva noble, segura y con eficacia sobrada para sus 122 CV, una frenada enérgica, una dirección precisa con solo 2,65 vueltas de volante… En resumen, buen equilibrio entre confort y dinamismo que se redondea con una acertada relación precio/equipamiento. Lástima que las plazas traseras sean tan justas, tanto a lo ancho como a lo largo, o que no se pueda circular más tiempo o a mayor velocidad -tope de 60 km/h- en modo EV.
LA CLAVE
Adiferencia del Auris, que era un coche muy racional pero poco emocional, el Corolla presume de un mejor equilibrio entre esos factores. Mantiene sus cualidades como coche ecológico y ahorrador, pero avanza en cuestiones que tienen que ver con el agrado y el placer de uso, por más que el 180H vaya mejor que este 125H.