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Volkswagen ID.4 Pro Performance. 'Elektrowagen'

Volkswagen presenta a su ID.4 como el eléctrico definitivo. Como el E-SUV -así lo denominan- por el que has de reemplazar tu flamante Passat y convertirlo en tu vehículo familiar para los 365 días del año.

Y no parece una idea descabellada, inicialmente analizando su tamaño. Nacido sobre la plataforma MEB, especialmente creada por el grupo para sus nuevos eléctricos puros, presume con sus 2.771 milímetros de batalla, lo que son 93 más que un Tiguan. Su naturaleza '0 emisiones' le permite minimizar los voladizos para ofrecer un interior que en tamaño nada tiene que envidiar a un Touareg. Y no exagero. Dicen que para muestra un botón, como el que con un conductor de 1,75 metros de estatura, detrás hay 79 centímetros para las piernas, cuatro más que en un Audi A8.

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Esas plazas traseras tienen salidas de ventilación específicas y un suelo plano que aporta cierto confort a un quinto ocupante.

Y si seguimos hablando de espacio, no hay que olvidar su maletero, 23 litros más capaz que el de un Tiguan. De forma opcional puede tener doble fondo, así como portón 'manos libres'.

Ese agradable interior transmite calidad, pero no la que percibes en otros Volkswagen. ¿Igual el uso de materiales reciclados tiene la respuesta? Mejorable nos parece la ausencia de botones -igual soy yo el anticuado-, porque todas sus funciones se operan desde mandos táctiles o desde la pantalla -esta de 12'' llamada Ready 2 Discover Max, se asocia al Paquete Multimedia Plusjunto al cargador inalámbrico o el Head-Up display de realidad aumentada por 1.160 euros-. La solución para sus elevalunas; dos botones para las cuatro ventanillas, no es precisamente la mejor, al igual que el haber iluminado los mandos del climatizador y del volumen de la radio no hubiera supuesto la quiebra económica del fabricante alemán.

Si añades el Paquete Asistencia -1.100 euros-, además de sumar la cámara trasera o la alarma, también equipa Keyless Access, que sin tocar la llave te permite abrir tu ID.4, el cual se arranca solo en cuanto te sientas. Y eso es un detalle muy molón.

No hay que olvidar que esta unidad es un 1ST, una edición especial de lanzamiento que no busques en el configurador o en un concesionario, porque ya no está disponible. Pero nace sobre la base del actual ID.4 Pro Performance, con el que comparte hasta el último detalle de todas sus entrañas mecánicas.

Pro Performance es lo más de lo más

Hablamos de que cuenta con un motor que pesa 90 kilos y que entrega 150 kW (204 CV), además de que esconde unas baterías con 82 kWh de capacidad (77 útiles). En caso de ser excesivo, puedes ahorrar 6.755 euros y apostar por el Pure Performance, con 125 kW (170 CV) y baterías de 62 kWh (58 útiles) que le otorgan 344 kilómetros de autonomía en ciclo WLTP.

Tapado con el volante está su selector de marchas, con el que pones 'D' y todo comienza a fluir como la seda. Y es que hasta que no conduces un eléctrico, no sabes lo que de verdad significa suavidad. Este ID.4 gana velocidad con suma facilidad y, lo mejor de todo, en absoluto silencio y con total comodidad. Parte de la culpa recae en que equipaba el chasis adaptativo DCC -forma parte del Paquete Deportivo Plus-, por lo que con cada modo de conducción (Eco, Confort, Sport e Individual) varía su dureza y se adapta al estado del firme. Y ojo, porque en Individual ofrece nada menos que 15 'set up' diferentes. Aunque no es pequeño, en ciudad es una delicia conducirlo, ayudado por un contenido diámetro de giro -1,5 metros menos que un Passat- y porque eres el más rápido cuando el semáforo se pone en verde. Además en esta situación no gasta en exceso, porque la urbe es el hábitat ideal de un eléctrico.

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Pero el ID.4 es mucho más que un vehículo urbano. Más esta versión que promete 518 kilómetros de autonomía WLTP, la cual puedes conseguir en ciudad, pero que en carretera será realmente complicada de alcanzar. No imposible, pero en cuanto elevas el ritmo su gasto energético aumenta y a 120 km/h coquetear con la barrera de los 20 kWh/100 km es lo habitual. Tampoco ayuda el calzado de esta unidad, con neumáticos 235/45 R21 delante y 255/40 R21 detrás. Hasta las de serie (235/55 R19) parecen excesivas por su anchura.

Sin prescindir de la climatización -el de dos zonas se paga aparte- y en nuestro recorrido habitual, su gasto se quedó en 17,7 kWh/100 km, de forma que en uso real rondar los 400 kilómetros es más que sencillo con esta versión del ID.4.

En 38 minutos pasa del 20 al 80%

Además debes tener en cuenta que sus baterías admiten cargas de hasta 125 kW, por lo que en 38 minutos pueden pasar del 20 al 80% de su capacidad. Y claro está, un Wallbox en casa es de obligado cumplimiento, porque en un enchufe doméstico puedes eternecerte, ya que serán más de 33 horas para alcanzar el 100%.

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Solo las baterías pesan 493 kilos, pero se ubican en el piso y eso le confiere un bajo centro de gravedad a este ID.4 que supera holgadamente las dos toneladas. Semejante lastre se disimula con gran naturalidad, porque ofrece una magnífica dinámica, sobre todo en modo Sport. Si te haces con uno pide su dirección progresiva, porque pasa de 3,4 a 2,6 vueltas de volante entre topes, el cual debería tener unas levas -como el Enyaq iV- para modificar sus modos de retención.

En cuanto a prestaciones nada que objetar con este Pro Performance, pero sorprende que haya detalles de equipamiento, como el sensor de lluvia, que se relega a la lista de opciones. Más cuando el ID.4 promulga con la seguridad y la tecnología, que brilla a un gran nivel, pero a costa de pasar por caja. Y eso puede que a muchos les distancie de las '0 emisiones.'

LA CLAVE

Hay que perder el miedo al eléctrico. Gracias a este ID.4 puedes hacerlo porque cumplirá con el 99% de tus requisitos anuales. Cómodo, rápido, eficiente… si estuviera mejor equipado sería perfecto. Y qué decir de la infraestructura actual. Con Moves III cuesta menos que un Tiguan 2.0 TDI 150 DSG7 Life.