Lógicamente cuando hablamos de un vehículo concept nos esperamos un auto con un diseño espectacular y soluciones tecnológicas en ocasiones más propias de la ciencia ficción que otra cosa. Es cierto que en ese sentido el Audi RS 5 TDI Concept puede parecer algo 'soso' para clasificarse como concept, pero es la tecnología que encierra, muy novedosa, la que sirve para catalogarle de esa manera.
No es la primera vez que un vehículo combina un compresor con un turbo para ganar eficacia. El mismo grupo Volkswagen, al que pertenece Audi, lo contempla. Tampoco es la primera vez que se unen tres sistema de sobrealimentación en un automóvil, ya que BMW lo hace en la variante diésel de 381 CV.
Lo verdaderamente importante es que el RS 5 TDI incorpora soluciones del mundo de la competición para convertirse en un superdiésel de 385 caballos de potencia, con unas prestaciones de órdago: 280 km/h o los menos de cuatro segundos que necesita para pasar de 0 a 100 km/h.
A los turbos tradicionales suma un compresor eléctrico que provoca una respuesta inmediata desde parado. Este compresor se alimenta de un motor eléctrico que a su vez recibe energía de unas baterías de iones de litio que se recargan por medio de la frenada regenerativa. Esa es la clave y el motivo por el que Audi lo denomina concept.