El sistema de aproximación de pastillas de los frenos ya se contempla desde hace años en muchos vehículos y es una solución muy eficaz a la hora de reducir las distancias de frenado. En su funcionamiento contempla varias medidas, porque depende de si la electrónica entiende que queremos realizar una frenada severa de emergencia, o actúa de manera cautelar cuando detecta que está lloviendo.
En cualquier caso no hay unos sensores en las pastillas o en los discos. En el primer supuesto, si estamos circulando y necesitamos frenar con cierta intensidad, lo lógico es levantar con rapidez el pie del acelerador y pisar a continuación el del freno. Sin embargo, en muchos estudios y pruebas realizadas a conductores se comprueba que la frenada, en la mayoría de los casos, no es todo lo efectiva que debería ser, bien porque falta intensidad o bien porque al final tendemos a 'relajarnos' y levantar antes de tiempo.
Para evitar esto, cuando la electrónica detecta ese escenario y levantamos rápidamente el pie del acelerador, el ABS es capaz de acercar las pastillas a los discos automáticamente para reducir el tiempo de reacción. Además, al pisar el pedal del freno el sistema incrementa la frenada para que resulte más eficaz.
Similar, pero diferente, es el funcionamiento cuando detecta lluvia. En este caso el sistema cuenta con una función de autosecado que actúa por medio del calculador del ABS, por la información del sensor de lluvia o por la conexión del limpiaparabrisas. En este caso las pastillas se acercan a los discos para crear fricción, varias veces, con el fin de secarse y poder frenar con mayores garantías cuando sea necesario. El conductor no detecta nada.