Los pick-up nacieron como vehículos destinados al trabajo, aunque en los últimos años también son elegidos por conductores que apuestan por la cultura del ocio. Su gran versatilidad de uso y enorme capacidad de carga son dos de sus principales atributos. En este sentido, las ballestas traseras montadas junto a un eje rígido siempre ha sido la solución más eficaz, robusta y económica.
El problema es que en ocasiones ya no se utilizan para fines laborales exclusivamente, y por eso han derivado hacia modelos o versiones más confortables y dinámicas, además de rodearse de una mayor calidad y equipamiento tecnológico. Por eso aparecen modelos como el Nissan Navara, la Clase X de Mercedes o el Renault Alaskan que apuestan por un eje trasero multibrazo con muelles.
Lógicamente las ballestas siguen soportando más carga, a costa de ser mucho más incómodas, con rebotes de la bañera de transporte cuando está vacía, y son menos dinámicas en curva. Por ejemplo, el Navara puede soportar hasta 1.207 kilos en la zona de carga si monta ballestas, mientras que con el eje multilink se quedaría en 1.034 kilos. Una diferencia significativa para trabajar, pero no vital si la usamos para transportar utensilios de nuestra actividad favorita.
Y comentarte, asimismo, que hay modelos, como el Volkswagen Amarok, que ofrece la posibilidad de montar más o menos ballestas, para jugar con el confort o la carga. En este caso, con tres ballestas soportaría 910 kilos, y con cinco llegaría hasta los 1.053, cediendo confort y cualidades dinámicas en asfalto.