Como bien señalas, el cárter seco es una solución tecnológica utilizada en vehículos de corte deportivo y en el mundo de la competición. La razón es evidente. En un modelo de altas prestaciones o de carreras son constantes las aceleraciones y frenadas bruscas, los cambios de apoyo… y con un cárter normal podría darse el caso de que con el movimiento del aceite se dejara de alimentar por unos instantes el sistema; y, además, con tanto batimiento se produjera espuma, reduciéndose la calidad de la lubricación del motor.
Para evitar este problema se recurrió al denominado cárter seco, elemento empleado en el Audi R8, pero también en otros modelos de Porsche, Mercedes, BMW… Con dicha solución, el cárter tiene una forma cónica en su base y con menos capacidad. Una bomba que se sitúa en el vértice del cono recoge el aceite y lo envía hasta un depósito externo al motor, que varía su tamaño en función de las necesidades de cada vehículo.
Antes de llegar a ese depósito se suele incorporar un radiador de aceite, con el fin de refrigerar el aceite y rebajar su temperatura. A continuación, una segunda bomba de presión es la encargada de tomar el aceite y enviarlo a presión al circuito tras pasar por un filtro.
La pregunta que surge ahora es si en el nuevo depósito no ocurre lo mismo que en un cárter normal cuando se producen los movimientos del vehículo. Es una cuestión lógica, pero este tipo de depósitos tienen un diseño pensado para la ocasión y suelen ser más estrechos en su base, de manera que nunca se queda sin abastecer al circuito.