Quizás no hayamos sabido explicar o diferenciar ambos sistemas de una manera clara. Es cierto que el limitador de velocidad inteligente es uno de los novedosos asistentes que están incorporando algunos vehículos de nueva producción. Sin embargo, poco tiene que ver con el control de velocidad de crucero adaptativo. En este último el conductor programa una velocidad y una distancia con respecto al vehículo que nos precede. Si nos acercamos, la velocidad se adapta automáticamente a la del automóvil de delante, y una vez que se retira, nuestro automóvil vuelve automáticamente a la velocidad seleccionada.
Por su parte, el limitador de velocidad inteligente combina el limitador de velocidad con el sistema de reconocimiento de señales de tráfico. En este caso, el conductor programa un límite de velocidad y si pasamos por una señal que indica un límite inferior, el vehículo desacelera de manera automática hasta situarse en el nuevo límite. De esta manera nos evitará multas por 'descuidos'. Si el límite vuelve a ser superior posteriormente, basta con acelerar y nos llevará hasta la nueva velocidad permitida, evitando que se supere.