En primer lugar debemos recordar que un conductor novel, a estos efectos, es decir, para tener un límite distinto al del resto de conductores, es aquel cuya antigüedad de carné de conducir es inferior a dos años; computándose la antigüedad de la licencia de conducción cuando se trate de vehículos para los que sea suficiente dicha licencia.

Pues bien, para este tipo de conductores el límite de la tasa de alcohol es similar al de los conductores profesionales, y mucho menor que para el resto de conductores. Así, se establece que estos conductores podrán conducir sin ser sancionados siempre que no superen los 0,15 miligramos por litro de aire espirado, o los 0,30 gramos por litro en sangre.

Si se supera dicho límite y se conduce con una tasa entre 0,15 mg/l y 0,30 mg/l, la sanción será de 500 euros y la pérdida, de cuatro puntos. Si la tasa arroja un resultado entre 0,30 mg/l y 0,60 mg/l, la sanción sería de 1.000 euros y la pérdida, de seis puntos. También sería sancionado con multa de 1.000 euros el conductor que hubiese sido sancionado por dar positivo en el año inmediatamente anterior.

En este sentido se debe señalar que estas infracciones siempre son catalogadas como infracciones muy graves, y teniendo en cuenta que no se puede saber exactamente con qué cantidad de bebida se puede alcanzar los límites fijados, se recomienda que siempre que se conduzca se haga sin haber ingerido nada de alcohol.

Igualmente hay que recordar que si se superan los 0,60 mg/l o, el superar la tasa, aunque fuese la mínima fijada, pero teniendo influencia en la conducción, ya no se sancionaría por vía administrativa, sino que se juzgaría en vía penal, ya que el hecho sería constitutivo de delito, cuya pena podría ser de prisión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. En todo caso supondría la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores entre 1 y 4 años.