Nos parece una acertada decisión, si finalmente te decides por cambiar de vehículo. El Lexus IS es un modelo muy atractivo, va de cine a nivel dinámico y en su última generación ha ganado en habitabilidad y calidad interior. Y coincidimos plenamente contigo por tu elección sobre la variante híbrida 300h, mucho más avanzada, con unas prestaciones muy similares al IS 250 de gasolina de 207 caballos, y recortando el consumo a prácticamente la mitad. Además no hay cambios en cuanto a espacio interior, pero sí que se reduce la capacidad del maletero en 30 litros.
Una vez dicho esto, el acabado F Sport se beneficia de un diseño más exclusivo y agresivo, así como mejoras dinámicas, pero no hay cambios en cuanto a prestaciones o consumos con el resto de la gama. Los 223 caballos del IS 300h rinden lo mismo en todas la variantes.
Si finalmente te decides por el F Sport presumirás de un frontal personalizado, con una rejilla en forma de malla, un paragolpes específico y unas llantas de 18 pulgadas con diseño propio. También en el interior el cuadro de mandos es más sofisticado, del corte del mítico LFA, con pantalla de información superpuesta. Tanto los sistemas de suspensión como la dirección eléctrica cuentan con ajustes específicos y lo más destacable es que el F Sport puede optar a una suspensión variable adaptable que permite al conductor elegir el ajuste que más le guste en cada momento. Por último, también contempla un creador de sonido que intensifica la señal del propulsor y la introduce en el habitáculo para intensificar las sensaciones deportivas.
El IS300h con el acabado F Sport cuesta 49.700 euros. El problema es que si lo comparas con el acabado de acceso ECO (35.900 euros) la diferencia es muy abultada, aunque para ser justos el equipamiento de serie se acerca más al de la versión Plus, que tiene un precio de 52.500 euros.
En definitiva, si lo que buscas son prestaciones y rendimiento, no merece la pena. Si quieres exclusividad y una dinámica más deportiva, entonces sí que te puedes plantear el desembolso.