Si analizas todo lo que te ofrecen estos dos modelos, y el precio que se paga por ellos, sin duda estamos ante dos de las opciones más atractivas y completas del segmento. No nos indicas tus necesidades de uso, aunque la habitabilidad es muy similar en los dos vehículos. Lo mismo ocurre con la capacidad del maletero, aunque siempre a favor del Kia Sportage.

Si no has practicado nunca todoterreno, comentarte que ambos modelos son SUV que cubren de sobra pequeñas hazañas fuera del asfato, pero sin exigirles tampoco demasiado, ya que no son todoterrenos genuinos. Nuestro consejo es que si te vas a mover muy esporádicamente por pistas de tierra te decantes por las versiones con tracción delantera, más económicas en todos los sentidos.

Pero como no te queremos quitar el capricho, si deseas la tracción total, esto te obligará a renunciar a las versiones diésel de acceso. En el caso del Nissan Qashqai tendrás que decantarte obligatoriamente por el propulsor 1.6 dCi de 130 caballos, mientras que en el modelo coreano lo más lógico es hacerlo por el 2.0 CRDi de 136 CV, aunque también dispone de una variante con 184 caballos. En los dos vehículos el cambio es manual de seis relaciones y no tendrás ocasión de elegir una caja automática, salvo en el más potente del Kia.

Puestos a analizar el sistema 4×4, el del Qashqai es más completo y dota al conjunto de una mayor capacidad off road porque incluso cuenta con un bloqueo solidario de ambos ejes hasta los 40 km/h, acción que le permite sortear algún obstáculo con el que tendríamos problemas en el Sportage, pero recuerda que no hay caja reductora en ninguno de los dos. Curiosamente el Kia ofrece asistentes como el de control de descensos y el de arranque en rampa incluso en las versiones 4×2.

Si analizamos sus propulsores, el de Nissan tiene menos cilindrada pero ofrece un mayor rendiento y arroja un consumo más bajo. Además, se muestra más refinado y ofrece una gran capacidad de recuperación a bajo régimen. En el aspecto dinámico ambos se muestran muy confortables, pero el Qashqai es algo más ágil y avanzado a nivel de equipamiento orientado hacia la seguridad.

Por último, el precio de partida del Nissan es algo más económico, aunque la contienda se iguala si hacemos lo propio con el equipamiento. Así las cosas, los dos son modelos muy atractivos, pero los fríos números se decantan por el japonés.