Tenemos que reconocer que en muchas ocasiones la originalidad y las dudas a la hora de adquirir un vehículo nos sorprenden gratamente. Nunca se nos hubiera ocurrido realizar una comparativa entre la Clase B de Mercedes y el Mazda CX-3. No son rivales directos que se encuadren dentro del mismo segmento, pero lógicamente entendemos tu elección y parece que es obligado que debemos ampliar miras. Tenemos claro que no tienes cargas familiares, pero no nos indicas si necesitas espacio en la zona del maletero para portar, por ejemplo, material a la hora de practicar deporte o vuestra actividad preferida.

En este sentido la Clase B resulta más solvente sencillamente porque es más grande. Es más habitable, más modulable y ofrece un maletero mucho mayor.

Por su parte, el Mazda CX-3 es un vehículo que a nuestro modo de entender apetece más conducir. Es menos confortable, pero transmite más y ofrece un tacto general más dinámico y ágil. Además, el acabado general es de los mejores de su segmento y no tiene nada que envidiar al representante de Mercedes.

En ambos casos tienes opción de elegir entre dos versiones de gasolina. El CX-3 es más pequeño y ligero, pero curiosamente apuesta por un bloque de dos litros que eroga 120 ó 150 caballos, respectivamente. En el caso del vehículo alemán la cilindrada es menor, 1,6 litros, y la potencia similar: 122 y 156 CV. Llama la atención que el consumo es algo inferior en el caso del Mercedes y las prestaciones, aunque muy similares, siempre se decantan del lado del modelo de la estrella, pese a resultar más pesado y corpulento.

No nos indicas tus preferencias a la hora de elegir el tipo de cambio. En los dos vehículos y con los dos motores disponibles en gasolina, la caja es manual de seis relaciones, si bien en ambos casos se puede optar igualmente por una caja automática. La diferencia es que el Mazda apuesta por una con convertidor de par de seis velocidades, mientras que el Mercedes monta un cambio de doble embrague 7G-DCT de siete relaciones, algo más rápido en su funcionamiento pero a los puntos menos refinado en el día a día por ciudad.

Tampoco nos indicas dónde vives y por dónde te mueves habitualmente. Y te comentamos esto porque la Clase B recurre a la tracción delantera exclusivamente, pero el CX-3 sí que dispone de variantes dotadas de tracción total. Este 'plus dinámico' se asocia exclusivamente a la versión de 150 CV.

Y nos queda por analizar el precio. El Mercedes es mucho más caro porque es Premium y, sobre todo, porque pertenece a otro segmento digamos que de superior categoría. La versión de acceso de 120 CV del CX-3 es 8.880 euros más barata, por lo tanto, salvo que necesites espacio, el Mazda parece una elección más lógica para tus necesidades.