12 victorias en 21 pruebas del campeonato del Mundo de Rallys habían convertido al Peugeot en el campeón. Ahora Motor16 tenía la posibilidad de poner a prueba sus 350 caballos y su tracción total que habían permitido a Timo Salonen alzarse con la victoria. Una prueba apasionante con un coche absolutamente legendario.