Dos novedades con origen alemán daban cuenta del liderazgo de sus empresas del automóvil. Por un lado, BMW lanzaba un concept que anunciaba un roadster -el futuro Z1- con un original y peculiar sistema de apertura de puertas. Por otro lado, Opel presentaba el Omega, un coche para sustituir al popular Rekord y que brillaba por un espectacular coeficiente aerodinámico. Dos ejemplos de una pujanza que continúa 25 años después.