En 1984, Mercedes protagonizó una de las carreras más famosas de la historia y, de paso, una de las más brillantes campañas de márketing que se han ideado jamás. Ocurrió el 12 de mayo en el circuito de Nürburgring, y quienes tuvieron la suerte de presenciar aquella carrera no la olvidarán jamás.
Bautizada como Copa de Campeones de Nürburgring, sigue siendo, a día de hoy, la carrera en la que se ha juntado la mayor cantidad de pilotos campeones del mundo de Fórmula 1, tanto en activo como ya retirados.
Para promocionar el lanzamiento del mítico Mercedes 190 E 2.3-16, con el que la marca alemana quería desterrar definitivamente la imagen burguesa que ostentaba y rivalizar de tú a tú con el BMW M3 E30 y el Ford Sierra Cosworth en diversos campeonatos, Mercedes convocó una carrera de 12 vueltas al entonces nuevo trazado de Nürburgring, que serviría a partir de entonces para disputar grandes premios de Fórmula Uno tras haber sido descatalogada su variante larga después de que Niki Lauda sufriera en ella su terrible accidente en 1976.
Con el cinco veces campeón y embajador de Mercedes, Juan Manuel Fangio, actuando como maestro de ceremonias, la parrilla estaba compuesta por 20 pilotos entre los que se encontraban nada menos que 12 campeones de Fórmula 1. La montura era idéntica para todos: el nuevo Mercedes 190 E 2.3-16, con mínimas modificaciones para la competición llevadas a cabo por Gerhard Lepler, de Mercedes-Benz Sport-Technik.
Además de los 12 que ya eran campeones, en aquella carrera se encontraban dos pilotos que lo serían en el futuro: Alain Prost y el por aquel entonces casi desconocido Aryton Senna.
Así es el Mercedes 190 E 2.3-16 de Nikki Lauda
Los Mercedes 190 E 2.3-16 modificados por Sport-Technik contaban con un escape un poco más libre que el original, una suspensión mejorada, frenos delanteros con pinzas de cuatro pistones, un grupo final más corto (4,08:1), jaula antivuelco atornillada, sistema de extinción, asientos de carreras Recaro con arneses de seis puntos, cierres de capó de liberación rápida, cortacorrientes central y neumáticos slick Pirelli en llantas de garganta ensanchada.
La carrera se disputó sobre circuito mojado, y fue de todo menos aburrida. Alain Prost, que partía desde la pole, fue golpeado con fuerza en la parte trasera por Elio de Angelis a pocas curvas de iniciarse la prueba. En la tercera vuelta, el joven Ayrton Senna adelantó al viejo profesor en una maniobra agresiva que obligó al piloto francés a salir de la pista. Lauda luchó igualmente por la victoria con el brasileño, protagonizando una dura pugna durante las ocho vueltas finales de la carrera, intercambiándose el liderato en varias ocasiones hasta que finalmente Ayrton consiguió zafarse del austriaco y ganar aquella carrera por sólo 1,58 segundos de ventaja.
El destino de los Mercedes 190 E 2.3-16 de la Copa de Campeones
Tras la carrera, 19 de los 21 coches preparados fueron devueltos a sus especificaciones de serie y vendidos como vehículos de ocasión, si bien el Mercedes E 190 2.3-16 Nürburgring utilizado por Senna permaneció en el Museo Mercedes, mientras que el ejemplar de Lauda pasó a manos privadas tal y como acabó la carrera.
Tras pasar por las manos de varios coleccionistas, el 190 E y Nikki Lauda se reencontraron en 2016, momento en el que el austriaco lo autografió. Un año más tarde, el coche fue sometido a una puesta a punto integral por parte de Mercedes-Benz Classic, en Stuttgart, y desde entonces ha aparecido en diversos eventos tanto por separado como junto a la unidad de Senna, además de haber aparecido en diversas publicaciones especializadas como la revista británica evo o Petrolicious.
El próximo 15 de septiembre, el Mercedes 190 E 2.3-16 con número de chasis WDB2010341A076359 será subastado en el evento que RM Sotheby’s celebrará en St. Moritz (Suiza), donde se espera que alcance un valor de entre 420.000 y 500.000 euros, lo que podría convertirle en el Mercedes 190 E más caro de la historia.
De hecho, los 2.3-16 raramente sobrepasan los 50.000 euros, si bien alguna unidad del 2.5-16 Evolution I sí se ha vendido por cifras cercanas a los 100.000 euros (el último de ellos en Goodwood, el pasado julio), mientras que el 2.5-16 Evolution II ha llegado a cotizar por encima de los 400.000 euros en un par de ocasiones.
