El Audi A6 Sportback e-tron, con un valor Cx de 0,21, es el vehículo más aerodinámico jamás fabricado por la marca alemana, liderando su segmento dentro del Grupo Volkswagen. El A6 Avant e-tron también destaca con un valor Cx de 0,24, situándose a la vanguardia entre los vehículos familiares en términos de aerodinámica. Los especialistas Andreas Lauterbach y Matteo Ghelfi, junto con el diseñador de llantas Andreas Valencia, revelan cómo lograron estos resultados excepcionales mediante una atención meticulosa a cada detalle.
Desde 1967 obsesionada con la aerodinámica
Desde 1967, Audi ha considerado la aerodinámica como un factor crucial en el diseño de sus vehículos. El NSU Ro 80, con un valor Cx de 0,35, revolucionó el diseño automovilístico de su época. Posteriormente, en 1983, la tercera generación del Audi 100 alcanzó un Cx de 0,30, y el Audi 80 (B3) de tercera generación logró un Cx de 0,29. Ahora, el Audi A6 e-tron establece un nuevo estándar, combinando forma y función en una simbiosis perfecta.
“Desde el inicio del proyecto, nos enfocamos en la eficiencia y la autonomía, con objetivos muy ambiciosos”, explica Andreas Lauterbach. “Para alcanzar la última milésima de valor Cx, se requiere un trabajo minucioso”. El proceso comenzó con simulaciones virtuales y continuó con pruebas físicas en el túnel de viento, optimizando la carrocería del vehículo. Las proporciones básicas, la esbelta superficie acristalada y la línea del techo inclinada fueron factores clave para una buena aerodinámica.
Audi, las simulaciones y el túnel de viento
La colaboración entre los equipos de aerodinámica y diseño fue fundamental. “Realizamos más de 1.300 simulaciones y numerosas horas en el túnel de viento”, comenta Matteo Ghelfi. “Las cortinas de aire y la optimización del flujo de aire alrededor de la parte delantera del coche fueron esenciales”. Lauterbach agrega: “Otro ejemplo es la anchura de la vía trasera, que se ajustó para lograr el mejor equilibrio entre diseño, dimensiones y aerodinámica”.
Los biseles aerodinámicos del Audi A6 Avant e-tron son significativamente más grandes que en otros modelos, lo que mejora el Cx en 0,008 puntos, aumentando la autonomía en ocho kilómetros. “Cada detalle se ajustó al milímetro”, señala Lauterbach. La toma de aire frío bajo el Singleframe y los bajos del vehículo también desempeñaron roles cruciales, con curvaturas y refuerzos optimizados que mejoraron el rendimiento aerodinámico.
Las llantas, una pieza fundamental
Andreas Valencia explica que el diseño de las llantas es ahora fundamental para la eficiencia aerodinámica. “Las llantas deben ser planas para que el aire fluya lateralmente alrededor del coche sin turbulencias. Hemos desarrollado llantas de 19 y 20 pulgadas, así como una llanta de 21 pulgadas con aero blades aerodinámicos”.
Lauterbach añade que la diferencia en el valor Cx entre las llantas más y menos favorables es de 0,015 puntos, lo que subraya la eficiencia aerodinámica de todas las ruedas disponibles para el A6 e-tron.
“El equilibrio entre la forma básica, la altura trasera, los contornos de la zaga y el diseño de los bajos influye no solo en el valor Cx, sino también en la sustentación del coche”, explica Lauterbach. Ghelfi destaca que el Avant tiene un difusor adicional para compensar la diferencia aerodinámica, mejorando el flujo de aire bajo el vehículo.
En resumidas cuentas, la combinación de tecnología avanzada, simulaciones precisas y un enfoque colaborativo ha permitido al fabricante alemán lograr resultados aerodinámicos sin precedentes en el Audi A6 Sportback e-tron (más información de este modelo) y el Audi A6 Avant e-tron. Estos avances no solo mejoran la eficiencia del vehículo, sino que también prolongan la autonomía, demostrando el compromiso de Audi con la innovación y la excelencia en el diseño automovilístico.
