Mayo fue el mes elegido por Audi para desvelar sus nuevos A6 TDI Concept y RS5 TDI Concept, dos prototipos (aunque exteriormente no lo parecen) que adelantan la futura tecnología diésel de la marca de los cuatro aros, precisamente cuando se conmemoran los 25 años del lanzamiento del Audi 80 1.9 TDI.
Nuevos turbos eléctricos
Lo más llamativo a priori de ambos modelos era su doble sobrealimentación, destacando uno de sus turbos, que estaba movido por un propulsor eléctrico, sin que hubiera conexión directa con el motor de combustion y sus gases de escape. De esta manera, la respuesta de este turbocompresor es inmediata y se puede variar su actuación de forma mucho más precisa.
Ahora Audi desvela que dicho propulsor eléctrico ha sido posible gracias que ambos concept escondían una tecnología nueva en el sector y de la que se lleva hablando hace ya tiempo: los 48 voltios.
12 voltios son pocos para los coches actuales
Actualmente, todos los vehículos cuentan con un sistema eléctrico que genera 12 voltios, una potencia a veces insuficiente para la cantidad de sistemas eléctricos con los que cuenta un vechículo moderno, de manera que se ralentiza el avance de la tecnología. Es por ello que Audi ha apostado por incorporar un sistema adicional al de 12 voltios, suficiente para alimentar las luces, la radio… Este sistema auxiliar funciona a 48 voltios, pero su integración es más compleja de lo que parece.
Esta tecnología, eso sí, permite poder colocar cables más ligeros que los utilizados en la actualidad, por lo que el peso del vehículo se reduciría drásticamente. Sin embargo se ha de incorporar un nuevo alternador, que en el caso de los Audi A6 TDI Concept y RS5 TDI Concept es capaz de generar una energía de 10 kW, mientras que un alternador actual apenas llega a 3 kW de potencia en el mejor de los casos. Esta energía recuperada por el alternador se almacena en una batería adicional que es de iones de litio y no de plomo, como la que utilizan el 99% de los vehículos.
Precisamente esta energía almacenada en esta batería (también se puede recargar con la energía de las frenadas y las deceleraciones como hasta ahora) es la que se emplea para mover el nuevo turbo eléctrico, aunque esto es sólo la punta del iceberg, pues el compresor del aire acondicionado también podría pasar a ser eléctrico, mientras que las suspensiones activas pueden ser controladas por este nuevo sistema de alimentación y así no demandar energía al propulsor térmico.
Con este sistema, Audi asegura que se podría reducir el consumo medio de combustible en 0,4 l/100 km, lo que equivale a una reducción de las emisiones de CO2 en unos 10 gramos por kilómetro.