La movilidad sostenible está en la agenda de todos los fabricantes del mundo. Y entre las diferentes vía en las que se trabaja, está el hidrógeno. Ahora BMW y Toyota han unido sus fuerzas para dar un gran paso hacia el futuro con la llegada de los vehículos de celdas de combustible de hidrógeno (FCEV), que tienen programado su lanzamiento para 2028. La marca alemana lanzará un modelo de pila de combustible ese año para el que contará con el apoyo de esta asociación con Toyota.
Son dos de las marcas que más han trabajado y siguen haciéndolo en la tecnología de pila de combustible. El acuerdo entre ambas se va a centrar en unir sus recursos para avanzar en el desarrollo de tecnologías de hidrógeno, con el firme objetivo de crear un sistema de propulsión sostenible. Según Oliver Zipse, presidente de BMW AG, «Este es un hito en la historia del automóvil». Esta ambición se traduce en un compromiso por mejorar las tecnologías de movilidad del futuro.
Desde diciembre de 2011, Toyota y BMW han trabajado juntas para fomentar la innovación tecnológica en el sector medioambiental. Este nuevo acuerdo expande su colaboración, centrándose en la creación de una sociedad basada en el hidrógeno. Ambos fabricantes planean intensificar el desarrollo de sistemas de pila de combustible y mejorar las infraestructuras necesarias para su implementación.
BMW y Toyota trabajan en una pila de combustible de tercera generación
La colaboración no se detiene ahí. Toyota y BMW están desarrollando un sistema de pila de combustible de tercera generación que será integrado en sus vehículos. Este avance permitirá a los clientes acceder a un menú más amplio de opciones de vehículos eléctricos impulsados por hidrógeno (FCEV). BMW tiene programado lanzar su primer modelo de FCEV en 2028, lo que representa un paso significativo en la adopción de esta tecnología.
Ambas marcas están comprometidas a crear sinergias que reducirán costos en el desarrollo y el aprovisionamiento de tecnologías de hidrógeno. A través de esta colaboración, buscan ampliar la demanda de vehículos tanto comerciales como de turismo, haciendo que los FCEV sean más asequibles y accesibles para el público. Este enfoque conjunto no solo beneficia a los consumidores, sino que también impulsa el avance hacia un entorno más sostenible.
El éxito de una sociedad basada en el hidrógeno no solo depende del desarrollo de vehículos. Toyota y BMW reconocen la importancia de establecer redes de suministro sostenibles. Trabajando con socios estratégicos, pretenden crear focos de demanda que faciliten la popularización de la tecnología de hidrógeno. Para ello, fomentarán la colaboración con empresas productoras de hidrógeno y operadoras de servicios de distribución.
El suministro estable de hidrógeno es esencial para la viabilidad y crecimiento de esta tecnología. La reducción de costes y la creación de infraestructuras adecuadas son aspectos críticos para la adopción generalizada de los vehículos FCEV.
Koji Sato, presidente de Toyota, ha expresado su entusiasmo por la nueva fase de colaboración, resaltando que ambas compañías comparten una pasión por la industria automovilística y un enfoque en la apertura tecnológica. Sato subrayó que, a través de esta colaboración, se intensificarán los esfuerzos para alcanzar la neutralidad en carbono mediante la innovación en sistemas de pila de combustible y en la expansión de la infraestructura necesaria.
Por su parte, Oliver Zipse, presidente de la compañía alemana, también se pronunció sobre el acuerdo, considerándolo un hito en la historia de la automoción. El enfoque en los vehículos de pila de combustible refleja un avance significativo hacia el futuro de la movilidad sostenible y la demanda creciente de vehículos eléctricos.