Jaguar y Land Rover celebraron su primer Tech Fest en la universidad londinense Central Saint Martins, y en ese acto Ralf Speth, CEO del grupo, anunció que en 2020 todos sus modelos estarán electrificados, bien como eléctricos puros, híbridos enchufables o los denominados 'mild hybrid'.
El primer modelo será el Jaguar i-Pace, un SUV de altas prestaciones totalmente eléctrico que contará, incluso, con la primera competición monomarca reservada a vehículos eléctricos.
Sin embargo, el foco de atención, y admiración, se lo llevó el Jaguar E-Type Concept Zero, capaz de combinar el impresionante diseño de este clásico con la energía eléctrica.
El departamento de coches clásicos de Jaguar ha sido capaz de restaurar y electrificar un roadster Serie 1.5 de una manera tan fiel que el aspecto es idéntico al del modelo original. Sólo el cuadro de mandos y algunos detalles del salpicadero y de la consola central se han modificado, pero respetando al máximo el diseño original. Lo mismo ocurre con los faros, que pasan a tener tecnología LED para resultar más eficientes de cara al consumo energético.
La transformación ha sido tan fiel que incluso la batería de iones de litio tiene las mismas dimensiones -y un peso muy similar- que el motor de gasolina XK de seis cilindros del modelo original. El propulsor eléctrico se ubica por detrás de la batería, justo donde se encontraba antes la caja de cambios.
Con todo esto se consigue mantener tal cual la estructura del vehículo, incluido el reparto de pesos, para que la conducción y las sensaciones sean idénticas a las del modelo que vio la luz allá por 1961. El conjunto pesa 46 kilos menos que el icónico vehículo británico.
Motor eléctrico equivalente a 299 CV
El motor eléctrico rinde 220 Kw -el equivalente a 299 CV- y es capaz de firmar mejores prestaciones que el modelo original, pues acelera de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos, uno menos que el Jaguar E-Type Serie 1.
Por su parte, la batería ofrece una capacidad de 40 kWh y presenta una autonomía en conducción eléctrica de hasta 270 kilómetros, suficientes para disfrutar de un vehículo de estas características. El tiempo de recarga oscila entre seis y siete horas, dependiendo de la toma. Algunos de los componentes del sistema eléctrico los hereda del mencionado i-Pace.
Con esta combinación de pasado y futuro se abre una nueva vía con la que muchos se frotan las manos. Y es que la posibilidad de disfrutar del ADN de un Jaguar de época, pero con cero emisiones, resulta muy atractiva. Además, como el motor de gasolina XK de seis cilindros se reemplaza por el eléctrico sin 'traumas' ni modificaciones en el chasis, esta tecnología se podría aplicar igualmente a otros modelos tan emblemáticos como el XK120, el Mk2 o el XJ6.