Michelin, el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) y la Universidad de Clermont Auvergne se unieron para inaugurar el ‘BioDLab’, un laboratorio conjunto de investigación que aborda la degradación y biodegradación del caucho de los neumáticos.
Esta colaboración, iniciada el pasado 6 de diciembre, tiene como objetivo principal comprender a fondo el proceso de degradación vinculado al uso de neumáticos y desarrollar soluciones técnicas para abordar los problemas medioambientales generados por las partículas de desgaste resultantes del contacto entre la carretera y los neumáticos. Este proyecto es de vital importancia de cara a la normativa Euro7.
Euro 7 y las partículas de neumáticos y frenos
El pasado lunes 18 de diciembre el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE acordaron la aplicación de la normativa Euro 7 ‘suave’ para reducir las emisiones contaminantes de los coches que circulan por el Viejo Continente. En cualquier caso se da un pequeño respiro a países como España, que fabrica vehículos pequeños, ya que la normativa es más ‘light’ y entrará en vigor en 2027; por tanto, las cosas seguirán básicamente como hasta ahora. Un alivio porque las primeras previsiones eran nefastas para la industria.
Sin embargo, más allá de los motores, sí que hay grandes cambios. Por primera vez se tendrán en cuenta las emisiones que se producen por el desgaste continuado que provocan los neumáticos y los frenos. Y esto motiva que los vehículos eléctricos, hasta ahora intocables, también sufran las consecuencias y pasen a examinarse.
Objetivo Michelin: partículas bioasimilables
De este modo se entiende mejor el esfuerzo de Michelin por reducir las partículas de sus neumáticos. El BioDLab, con una duración programada de cuatro años, se embarcará en una misión crucial: la creación de herramientas que permitan identificar soluciones concretas para que las partículas de desgaste sean bioasimilables por el medio ambiente.
Este enfoque pionero se sitúa en la intersección del estudio de materiales, la química y la microbiología, con la intención de desarrollar métodos para evaluar la degradación de los elastómeros, componentes esenciales de los neumáticos, y generar un análisis detallado para comprender los complejos mecanismos involucrados.
La erosión provocada por la necesidad de garantizar la seguridad de los automovilistas, que requiere que los neumáticos proporcionen un alto nivel de adherencia a la carretera, genera partículas de desgaste. Estas partículas, aún no completamente comprendidas en sus fenómenos químicos, plantean desafíos, especialmente en relación con su evolución cuando se exponen al sol y al agua.
Michelin utilizará enzimas y microorganismos
La investigación se sumergirá en el acoplamiento entre la degradación del caucho de los neumáticos, también conocido como elastómeros de dieno, mediante procesos foto y termoquímicos, y su biodegradación mediante microorganismos o enzimas.
Este ambicioso proyecto cuenta con la participación de aproximadamente una veintena de miembros del Instituto de Química de Clermont-Ferrand (Universidad de Clermont Auvergne/CNRS) y una decena de empleados del Departamento de Operaciones de Investigación y Desarrollo del fabricante de neumáticos francés.
La colaboración pretende desentrañar los secretos detrás de la degradación de los elastómeros y contribuir al desarrollo de soluciones sostenibles que minimicen el impacto ambiental de los neumáticos.
Jean-Luc Moullet, Director General de Innovación del CNRS, expresa su entusiasmo por la creación de este laboratorio conjunto, destacando la importancia de abordar el impacto medioambiental de los neumáticos como un desafío compartido. Esta iniciativa se alinea con la estrategia del CNRS de fomentar la creación de laboratorios asociados con empresas para avanzar en la investigación y enfrentar juntos los desafíos de la sociedad.
Ya se ha reducido un 5% la abrasión en 5 años
Eric-Philippe Vinesse, Director de Investigación y Desarrollo y miembro del Comité Ejecutivo del Grupo Michelin, subraya la importancia del compromiso a largo plazo de Michelin en la reducción de la abrasión de sus neumáticos. La empresa ha logrado reducir las emisiones de desgaste en un 5% entre 2015 y 2020 y se destaca internacionalmente por su liderazgo en durabilidad.
Además, Michelin respalda activamente las recomendaciones de la Comisión Europea, abogando por establecer umbrales reglamentarios de abrasión de neumáticos para limitar las emisiones de partículas de desgaste a nivel mundial, como parte de su enfoque hacia la sostenibilidad.