Porsche Engineering, la división de desarrollo de ingeniería de la firma alemana, trabaja en un prototipo de motor de combustión de hidrógeno que tiene como objetivo igualar la potencia de los actuales propulsores de gasolina de altas prestaciones.
Es un cambio en la filosofía de desarrollo de esta tecnología. Porque como anuncia la firma de deportivos en alemana en un comunicado, los motores de hidrógeno que se diseñan actualmente están previstos para vehículos comerciales con una potencia de unos 68 caballos, que para el sector de los turismos es «insuficiente».
El punto de partida del estudio de Porsche, que se ha llevado a cabo de manera virtual, ha sido un motor de gasolina de ocho cilindros y 4.4 litros, un propulsor que forma parte de la gama de motores de Porsche. A este propulsor se le realizaron varias modificaciones como una relación de compresión más alta, una combustión adaptada al hidrógeno y un nuevo sistema de turboalimentación.
La característica distintiva de este diseño es la disposición coaxial de dos etapas del compresor, que son accionadas por la turbina o por el motor eléctrico de apoyo mediante un eje común. El aire fluye a través del primer compresor, se enfría en el ‘intercooler’ y luego se vuelve a comprimir en la segunda etapa.
598 caballos de potencia virtual para el motor de hidrógeno de Porsche
La potencia total generada por este propulsor llega a los 598 caballos y en el proyecto de Porsche Engineering en el que se ha utilizado un motor ‘gemelo’ digital, y con una representación por ordenador del vehículo real, este ha rodado en el circuito de Nürburgring el trazado en el que se ponen a punto las prestaciones más radicales de los nuevos modelos.
En cuanto a las emisiones, los expertos de Porsche Engineering se concentraron en los óxidos de nitrógeno y tras una serie de pruebas, se adaptó la estrategia operativa del motor para lograr la combustión más limpia posible.
Porsche ha apuntado que la clave fue mantener bajo el nivel de emisiones brutas por medio de una combustión extremadamente pobre y, por lo tanto, más fría, lo que permite prescindir de un sistema de tratamiento posterior de gases de escape.
Uno de los frenos a la incorporación de los motores de hidrógeno a la producción de coches es el coste; pero para Vincenzo Bevilacqua, experto sénior en Simulación de Motores en Porsche Engineering, ha apuntado que el coste derivado de la producción en serie de un motor de hidrógeno podría ser equiparable al de un motor de gasolina, aunque es «poco probable» que entre en producción en su forma actual.
«Aunque el sistema de sobrealimentación y una serie de componentes mecánicos asociados al hidrógeno son más complejos y, por lo tanto, más caros, no es necesario el tratamiento posterior de gases de escape que sí lo es en un propulsor de gasolina que pretenda cumplir con la normativa Euro 7», ha explicado.
Quizás, por tanto, no tardemos mucho en ver coches de hidrógeno de altas prestaciones. Porsche puede haber dado el primer paso.