La nueva familia de motores Drive-E de Volvo ya se emplean en gran parte de su gama, y los acaba de estrenar también la nueva generación del Volvo XC90. Son propulsores modulares, actualmente de cuatro cilindros, aunque llegarán en un futuro motores de tres cilindros derivados de los actuales, y tanto en gasolina como en diésel.
Deriva del T6 de 320 CV
Un claro ejemplo de estos avanzados propulsores de la familia Drive-E es el denominado T6 que acaba de estrenar el nuevo XC90. Se trata de un motor de gasolina y cuatro cilindros que tiene 1.969 centímetros cúbicos. Está sobrealimentado con un turbo y un compresor, para ofrecer nada menos que 320 CV a 5.700 rpm. También presenta un par máximo de 400 Nm a partir de 2.200 rpm y está asociado exclusivamente a un sistema de tracción total y a un cambio automático de 8 velocidades. Gracias a este propulsor, el Volvo XC90 T6, que tiene un peso de 2.025 kilos, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 6,9 segundos, alcanza los 230 km/h de velocidad punta y homologa un consumo medio de 7,7 l/100 km, con emisiones de 179 g/km de CO2.
Dos turbos en paralelo más otro eléctrico
Sin embargo estas prestaciones quedarán en ridículo cuando Volvo presente esta evolución del motor T6, desarrollada en colaboración con AVL, Denso y Polestar. Volvo se ha rodeado de semejantes especialistas para crear este motor de 1.969 centímetros cúbicos y cuatro cilindros, capaz de ofrecer nada menos que 450 CV de potencia, lo que se traduce en una potencia específica de 228,5 CV/litro, cuando el actual T6 genera 162,5 CV/litro. Para ofrecer semejante cifra de potencia esta mecánica cuenta con una nueva inyección directa de combustible que funciona a 250 bar de presión, pero quien es el máximo culpable es su sistema de sobrealimentación. Este propulsor presenta dos turboscompresores situados en paralelo (cada uno de ellos alimenta a sólo dos cilindros), los cuales no están alimentados por los gases de escape, sino por un nuevo turbo accionado de forma eléctrica, el cual envía aire a presión a la admisión de los otros dos turbos. De esta manera, Volvo asegura que también han eliminado por completo el típico retraso del turbo.
De llegar a buen puerto con esta tecnología, este motor Drive-E podría llegar en un futuro no muy lejano a convertirse en una realidad en un vehículo «de calle.