Opel lleva décadas siendo una de las marcas automovilísticas de referencia en cuanto a iluminación se refiere. Sus modelos siempre se han situado entre los más avanzados en este sentido. Además, su objetivo siempre ha sido ‘democratizar’ la tecnología, incluso en modelos pequeños y más accesibles, como el Corsa, que monta prácticamente en solitario luces matriciales en su segmento.
La marca alemana ha sido reconocida por su papel pionero en el desarrollo de los faros modernos y las tecnologías de iluminación. Ya en 1968, el Opel GT impresionó además de por su novedosa forma de botella de cola, por ser el primer coche alemán con faros escamoteables. En 1989, el Opel Calibra fue uno de los primeros coches de producción en serie en contar con faros elipsoidales. La altura de los faros de sólo 7 centímetros fue clave para lograr el exclusivo diseño del coupé y su excelente aerodinámica.
Opel, la primera con luz de curva dinámica
En 2003, Opel se convirtió en el primer fabricante en ofrecer un sistema dinámico de luz de curva y un sistema estático de luz de giro a 90 grados cuando presentó el innovador sistema AFL (Adaptive Forward Lighting – Sistema de Iluminación Adaptativa) en el segmento medio.
En 2004, el Opel Astra fue el primer coche compacto en incorporar luz de giro y en 2006, la marca democratizó aún más esta tecnología de seguridad al ofrecer los faros bi-halógenos con luz dinámica de curva y estática de giro en los segmentos de coches y monovolúmenes pequeños, con el Corsa y el Meriva.
Llegan los faros bixenón variables
En 2008, la siguiente generación del sistema AFL+ hizo su debut con el lanzamiento del Opel Insignia estableciendo una nueva referencia en la industria del automóvil. Estos faros bixenón variables, ya adaptaban la distribución del haz de luz al perfil de la carretera, a la velocidad a la que se circulaba ya las condiciones meteorológicas.
La anterior generación del Opel Astra, en 2015, llevó la innovadora iluminación matricial al segmento de los compactos. En el actual Opel Astra (prueba de la versión PHEV), la marca sigue la misma filosofía con la iluminación matricial Intelli-Lux LED Pixel completamente adaptativa.
Con un total de 168 diodos LED (84 por faro) garantiza una distribución del haz de luz precisa y fluida en todo momento, sin deslumbrar a los demás usuarios de la vía. Con ello, el nuevo Astra establece una nueva referencia en su categoría.
Sus faros ultrafinos ‘recortan’ fuera del haz de luz, con una precisión milimétrica, a los vehículos que se aproximan de frente. Mientras tanto, el resto de las zonas permanecen completamente iluminadas con las luces largas.
La última tecnología matricial de Opel
La tecnología de iluminación Intelli-Lux LED Pixel es superior tanto frente a los sistemas convencionales como a los de xenón, dado que es más potente y precisa. En cuanto el coche abandona las áreas urbanas, los faros matriciales encienden automáticamente la luz larga y ajustan continuamente la longitud y la distribución del haz luminoso.
No deslumbra a otros usuarios de la vía, mientras el resto de la carretera y su entorno permanecen perfectamente iluminados. Los segmentos LED se vuelven a encender automáticamente en cuanto el sistema detecta que no hay luces de otros vehículos.
Gracias a esta tecnología los conductores de vehículos de la marca alemana pueden identificar los objetos en los extremos de la carretera con mucha mayor antelación. Esto les permite tener mayor tiempo de reacción cuando, por ejemplo, los animales pueden cruzar inesperadamente la carretera.
La eficiencia ha sido el factor con el que se han definido gran parte de los equipamientos del nuevo Opel Astra, incluida la iluminación. Cada faro consume sólo 13 W, lo que supone un ahorro de energía del 81% comparado con un halógeno, que necesita alrededor de 70 W.