Que la fibra de carbono ha llegado para quedarse es una realidad. A pesar de que sigue siendo un material caro y relativamente exótico, cada vez es más habitual encontrarlo en diferentes componentes en vehículos deportivos de diversos segmentos. Su uso se ha extendido a todo tipo de piezas, fundamentalmente aditamentos aerodinámicos, pero también llantas, carcasas embellecedoras, puertas, capós, techos…
No obstante, si hablamos de chasis, la cosa cambia, y su uso es aún bastante limitado, si bien raro es el superdeportivo que a día de hoy no recurre a una cuna de fibra de carbono como bastidor. Pero, ¿quiénes fueron los primeros en emplearla?
El Jaguar XJ-R 15 era un grupo C legalizado para circular por la calle, en 1990
Si preguntas a un petrolhead británico, te dirá que el Jaguar XJ-R 15 fue el primero coche de calle que empleó un bastidor de fibra de carbono, si bien su nacimiento coincide con el del monegasco MCA Centenaire, del cual hablaremos a continuación. Creado por JaguarSport o, lo que es lo mismo, por Tom Walkinshaw Racing, el XJ-R 15 se produjo entre 1990 y 1992, y se cree que se fabricaron 53 unidades, que en su momento costaban medio millón de libras.
El vehículo era una adaptación de calle del Jaguar XJR-9, ganador de Le Mans y diseñado por Tony Southgate. La carrocería del XJR-15, completamente diferente a la del sport-prototipo de circuitos, fue diseñada por Peter Stevens, quien posteriormente participaría en el diseño del McLaren F1. El coche protagonizó una pequeña copa monomarca llamada Jaguar Intercontinental Challenge, disputada como telonera de los grandes premios de Fórmula 1 de Mónaco, Silverstone y Spa, en 1991.
El monegasco MCA Centenaire / Mega Monte Carlo fue uno d los pioneros de la fibra de carbono, en 1990
Ni McLaren ni Porsche ni Ferrari ni Mercedes fueron los primeros en usar un bastidor de fibra de carbono para un vehículo de producción totalmente legal para rodar por vías públicas. En 1989, Fulvio Maria Ballabio diseñó un deportivo monocasco de fibra de carbono bajo la recién creada marca MCA (Monte Carlo Automobile). Dado su origen monegasco, se decidió bautizarlo Centenaire en honor al centenario del Automóvil Club de Mónaco. Guglielmo Bellasi se unió al proyecto para aportar su experiencia como fabricante de F1.
El proyecto experimentó graves problemas financieros, y entre 1990 y 1992 se fabricaron apenas cinco unidades. Finalmente, Mega –el hoy fabricante de cuadriciclos– compró el proyecto, rediseñó el vehículo y reemplazó el motor Lamborghini V12 por otro V12, pero de Mercedes. En su segunda iteración, estuvo en producción entre 1996 y 1999.
Nacido en 1991, el malogrado Bugatti EB110 se diseñó desde cero con un bastidor de fibra de carbono
La historia del Bugatti EB110 es de sobra conocida. Fue concebido inicialmente por Paolo Stanzani a mediados de la década de 1980 y producido por Bugatti Automobili SpA desde 1991 hasta 1995, año en que la empresa quebró. Este modelo supuso el renacimiento de Bugatti (marca latente desde 1952) antes de que Volkswagen se hiciera con la marca y la reviviera nuevamente.
Se fabricaron 139 ejemplares, además de un pequeño número de coches de continuación que se completaron después de la quiebra. El último fue fabricado por Dauer Sportwagen en 2002, y otro ejemplar inacabado se completó en 2019 a cargo de Romano Artioli .
Nacido en 1992, el McLaren F1 fue la referencia entre los superdeportivos durante muchos años
El McLaren F1 no necesita presentación. El concepto original fue concebido por Gordon Murray, quien convenció a Ron Dennis para que apoyara el proyecto y contrató al diseñador de automóviles Peter Stevens (Jaguar JR-15) para dar forma al exterior y al interior del vehículo.
Su diseño fue revolucionario, triplaza, muy ligero, extraordinariamente aerodinámico y toda una referencia desde un punto de vista dinámico. El motor V12 atmosférico fue proporcionado por BMW para hacer viable el desarrollo económicamente, ya que apenas se fabricaron 106 coches entre 1992 y 1998. A pesar de estar diseñado desde el inicio como automóvil de calle, llegó a obtener la victoria absoluta en las 24 Horas de Le Mans de 1995 y está considerado unánimemente como uno de los mejores deportivos de todos los tiempos.
El primer Ferrari con chasis de fibra de carbono fue el F50, en 1995
Ferrari llegó tarde a la fibra de carbono. El F40 recurría a un clásico chasis tubular de acero, pero el siguiente superdeportivo italiano sí se construyó en torno a una cuna de fibra de carbono. El Ferrari F50 estuvo en producción entre 1995 y 1997. Propulsado por un V12 atmosférico de 4,7 litros basado en el bloque V12 3.5 del Ferrari 641 de Fórmula 1 de 1990, fue un auténtico purasangre del cual se produjeron 349 unidades.
Posteriormente llegaría el Mercedes CLK-GTR (1998). A continuación aparecerían los exóticos Pagani Zonda (1999) y Koenigsegg CC8S, ya en 2002, inaugurando una nueva era en la que la tecnología y la artesanía se daban la mano. Ese mismo año aparecería el Ferrari Enzo.
Un año más tarde nacen el Ascari KZ1 y el Mercedes SLR McLaren, pero para ver el primer Porsche con chasis de fibra de carbono tenemos que esperar hasta 2004, cuando ve la luz el Carrera GT, ya que el 959 recurría en realidad a un monocasco de aramida y otros materiales. Aston Martin (2009), Lexus (2010), Alfa Romeo (2013), BMW (2013) y Ford (2017) tardarían tiempo en rendirse a la fibra de carbono para elaborar el bastidor de sus modelos más exclusivos.
Otro clásico de la competición, Dallara, probaría suerte entre los superdeportivos de producción en serie con chasis de fibra de carbono en 2017 poniendo en producción su barqueta Stradale, mientras que Maserati lanzaría el MC20 en un ya cercano 2020.