En septiembre de 1989, el Mercedes Clase G escribió uno de sus más importantes capítulos cuando presentó su nueva gama en el Salón del Automóvil de Fráncfort, que posteriormente sería presentada a la prensa en el Château de Lastours (Portel des Corbières, Francia), lugar habitual de entrenamiento de los participantes del París-Dakar.
Lo que parecía un llamativo restyling escondía en realidad una profunda renovación del vehículo, que por primera vez ofrecía frenos ABS y airbags. Implementar los frenos antibloqueo requirió además desarrollar un nuevo sistema de tracción total permanente, para lo que hubo de desarrollarse una nueva caja tránsfer que integrara un diferencial central bloqueable, pasando el vehículo a disponer de sus tres icónicos bloqueos secuenciales de los diferenciales.
El Clase G pasa de ser un comercial a un turismo
El nuevo Clase G (denominado internamente W463) había sido desarrollado por la división de turismos para satisfacer las crecientes demandas de los clientes de un mayor confort, pasando a dejar de ser una sobria máquina de trabajo para convertirse en un vehículo polivalente, refinado y bien equipado, sin perder sus soberbias capacidades todoterreno ni su robustez. El interior, completamente rediseñado, y el frontal acabado en el mismo color que el resto del vehículo eran tan sólo la parte más visible de una auténtica revolución silenciosa.
También se reestructuró la gama de motores, conservándose los 230 GE (126 CV) y 250 GD (94 CV) como escalones de acceso. No obstante, las nuevas estrellas de la gama fueron las unidades de seis cilindros en línea y tres litros de los 300 GE (M103) y 300 GD (OM603), con 170 CV y 113 CV, respectivamente.
Todos los motores de gasolina equipaban de serie un catalizador de tres vías, y el mercado italiano disponía de su particular modelo de entrada de gama (200 GE) con motor M102 de dos litros y 118 CV para adecuarse a las peculiaridades fiscales de aquel país.
Tres carrocerías y dos batallas para el Clase G W463
La gama del W463 quedaba limitada a tres carrocerías y dos batallas. Con la batalla corta, que seguía conservando la cota de los 2,40 metros, se ofrecían un Station Wagon de tres puertas y el nuevo Convertible, con capota de accionamiento eléctrico, el característico pilar B acristalado y unos camuflados arcos de seguridad traseros.
La carrocería larga Station Wagon se montaba sobre el chasis de 2,85 metros de batalla. Por otra parte, la doble puerta trasera opcional desaparecía de los W463, pero los furgones y los chasis-cabina seguían comercializándose como W460, sin recibir las mejoras del nuevo Clase G, que a partir de entonces veía cómo su línea genealógica se desdoblaba, dejando la serie W460 para las versiones comerciales y militares, las cuales se mantendrían con cambios menores hasta 1992.
Interior de berlina de lujo para el Clase G W463
Para desarrollar el nuevo interior, los diseñadores adoptaron numerosos componentes del coetáneo Clase E (W124), poniendo especial énfasis en mejorar el confort de las plazas traseras (constituidas hasta entonces por un sencillo banco abatible) y los acabados, con guarnecidos integrales, abundantes molduras de madera, una moderna consola central, un nuevo cuadro de instrumentos y un mayor aislamiento acústico.
En el exterior, el frontal rediseñado y pintado, la boca de llenado del depósito de combustible reubicada en la aleta posterior derecha, embellecedores protectores laterales rediseñados y un capó delantero con nuevas formas constituían las diferencias más llamativas.
La lista del equipamiento opcional era inacabable, con elementos como como los elevalunas eléctricos, cajas de cambios automáticas, climatizador, calefacción adicional, volante y pomo del cambio en cuero, defensa delantera de acero inoxidable, estribos laterales, cinco diferentes sistemas audio firmados por Becker, techo practicable eléctrico, reposabrazos para los asientos delanteros y, por supuesto, ABS. El Station Wagon corto dejó de ofrecer los asientos adicionales en la caja de carga, si bien sí podían pedirse en el Clase G largo, lo que permitía transportar, legalmente, hasta nueve ocupantes.