El Defender OCTA será un todoterreno puro con motor de altas prestaciones al estilo del Mercedes-AMG G63. Land Rover ha anunciado que el vehículo será presentado a lo largo de este año, si bien por el momento tan sólo ha facilitado algunas fotos de detalles para ponernos los dientes largos.
El nuevo buque insignia de Defender –que ha pasado de ser el nombre de un modelo a convertirse en una marca aparte de Land Rover– promete ser “el más resistente, más lujoso y con más prestaciones de la gama”, abriendo “nuevos territorios para la marca”, según nos explican en el escueto comunicado que acompaña los teasers.
Un V8 biturbo bajo el capó del Defender OCTA
Dicho esto, bajo el capó del Defender OCTA habrá un motor V8 biturbo de gasolina con hibridación ligera. Hasta ahora, el Defender más potente contaba con un V8 5.0 de origen Jaguar sobrealimentado por compresor que rendía 525 CV y 625 Nm y que carecía de hibridación. El nuevo motor podría ser el V8 biturbo de 4,4 litros montado ya por los Range Rover y Range Rover Sport SV, que desarrolla 635 CV y 800 Nm.
El V8 4.4 es, además, un motor con hibridación ligera gracias a un motor eléctrico de 27 CV y 48 voltios que recupera energía durante las frenadas y la utiliza cuando es más conveniente. Este V8, fabricado por BMW y montado también por los X5 y X6, permite al Range Rover Sport desarrollar 290 km/h y acelerar de cero a 100 km/h en 3,8 segundos, lo que no está nada mal para un vehículo que sobrepasa de largo las 2,5 toneladas en orden de marcha.
Es también posible que el Defender OCTA estrene un desarrollo propio derivado de la familia Ingenium, si bien en este caso lo más lógico es que Land Rover hubiera sacado pecho anunciándolo en su nota de prensa, por lo que la hipótesis del motor BMW S63 tiene bastante más sentido.
Nueva suspensión 6D Dynamics para el Defender OCTA
Otro dato que desliza el comunicado es la adopción de un sistema de suspensión neumática denominado 6D Dynamics, un sistema “de primer nivel que ofrecerá un rendimiento extremo en cualquier terreno” y que estará disponible por primera vez en un Defender. La marca británica asegura que esta suspensión dotará al Defender OCTA de “una amplitud de capacidades, confort y aplomo sin parangón, tanto en carretera como en rutas todoterreno”.
Según la nota de prensa, la diferencia principal entre este sistema y el ya conocido sistema neumático del Defender parece estar en la interconexión hidráulica de los cuatro amortiguadores del vehículo. No es algo nuevo, ya que Nissan, por ejemplo, emplea un sistema similar en su actual Patrol, lo que le permite trabajar con un tarado relativamente blando para proporcionar el confort y la respuesta adecuada a los terrenos irregulares al tiempo que favorece la articulación de las ruedas en pasos trialeros, ya que si un amortiguador se comprime, los demás tienden a extenderse, de forma similar a lo que sucede mecánicamente con un eje rígido.
A mayores, esta suspensión promete introducir en este todoterreno deportivo “un innovador sistema de control de balanceo y cabeceo gracias al cual el Defender OCTA puede mantener una postura casi nivelada durante la aceleración, el frenado y los virajes en carretera, así como maximizar el recorrido independiente de las ruedas y la articulación en los terrenos más desafiantes”.
El origen del Defender OCTA
Es la primera vez que Land Rover emplea el nombre OCTA para uno de sus vehículo, y el origen del nombre viene dado por “las lujosas credenciales del vehículo”, ya que OCTA hace referencia a la forma octaédrica de un diamante, piedra preciosa especialmente escasa y apreciada por tratarse del material más duro que existe en la naturaleza terrestre.
El símbolo de este buque insignia de la marca Defender es un nuevo gráfico que representa un diamante inscrito en un círculo. Podremos apreciarlo en varios componentes internos y externos, entre los que se incluyen los paneles de la carrocería, donde el gráfico ha sido grabado dentro de un disco de titanio mecanizado y granallado con arena.
En la actualidad, el Defender OCTA está siendo sometido al proceso de desarrollo más exhaustivo de la historia de los Defender, en escenarios que van desde el hielo y la nieve de Suecia hasta el desierto de Dubái, sin olvidar el asfalto de Nürburgring o los caminos rocosos de Moab.
Antes de que el vehículo sea presentado a los medios de comunicación –lo que previsiblemente ocurrirá a finales de año–, los clientes potenciales recibirán invitaciones para asistir en primicia a eventos exclusivos que darán a conocer los Defender Elements.
Mark Cameron, Managing Director de Defender, explica que “Defender es sinónimo de capacidad todoterreno, y su linaje se remonta a la Serie 1 de 1948. El nuevo Defender OCTA lo elevará a un nuevo nivel con su imponente aspecto, su innovadora tecnología y su inigualable atención al detalle. Con un rendimiento asombroso y una actitud renovadamente audaz, permitirá a nuestros clientes disfrutar de aventuras épicas con el mayor lujo”.
Lo que podemos deducir de los teasers del Defender OCTA
Más allá de todo esto, las fotos nos dejan ver parte de una pinza de freno fija con carcasa de aluminio y varios pistones firmada por Brembo. También nos sorprende el detalle del flanco de unos neumáticos Goodyear Duratrac, unas ruedas mixtas cuyos tacos se extienden al flanco de las cubiertas. De esta forma, el Defender OCTA se distancia del Mercedes-AMG G63 –dotado de neumáticos de altas prestaciones para asfalto– y nos recuerda más al Jeep Wrangler Rubicon 392, que combina motor V8 con suspensiones elevadas y ruedas de campo sobredimensionadas.
También podemos ver una panorámica del coche camuflado recorriendo una pista polvorienta de alta montaña. Allí observamos que el Defender OCTA es un 110 (batalla larga), pero no sabemos si el mismo desarrollo estará disponible en el Defender 90. Finalmente, podemos ver el logo tanto en el panel exterior de la carrocería como en la parte inferior del volante.
Y por el momento, no hay mucho más que contar. Sí tenemos claro que el Defender OCTA parece que reemplazará al V8 (no tendría mucho sentido que ambos convivieran), y lo más probable es que sea algo más caro que aquel, que cuesta actualmente en torno a 160.000 euros. Teniendo en cuenta que el Range Rover Sport SV cuesta 237.000 euros, no nos extrañaría que el nuevo buque insignia de la firma británica se encuentre en torno a ese precio.
