El Ford Ranger Raptor es uno de los pick ups con mayores capacidades todoterreno del mercado, con permiso del Jeep Gladiator, cuya filosofía es completamente diferente. Para lograr la mayor eficacia posible en diferentes condiciones de uso, el Ranger Raptor cuenta con una nueva interfaz de modos de conducción que permite elegir entre siete diferentes programas. Pero, ¿qué hace en realidad cada uno de ellos?
Modo de conducción Normal
El modo Normal es el programa seleccionado por defecto. Su objetivo es lograr el mayor confort posible con el menor consumo de combustible. En la práctica resulta muy agradable de usar, debido a que, a diferencia de otros programas “eco”, el pedal del acelerador ofrece una respuesta bastante lineal en lugar de contar con una primera parte del recorrido casi muerta que nos incite a pisar muy poco el pedal del gas.
Su mayor particularidad afecta al cambio de marchas automático, de diez relaciones, que tiende a insertar la marcha más larga posible, pero incluso con la décima velocidad engranada y su desarrollo de unos 56 km/h cada 1.000 r.p.m. (a 120 km/h circularás ligeramente por encima de 2.100 r.p.m.), la respuesta es muy buena, no hay apenas latencia y el motor 3.0 biturbo de gasolina permite unas recuperaciones sorprendentes.
Modo de conducción Deportivo
Al igual que el modo Normal, el modo Deportivo o Sport está pensado para usarse en carretera, y ajusta la respuesta del acelerador para que esté “más llena” en la primera parte de su recorrido.
Paralelamente, el cambio evita pasar a la marcha más larga para mantener el motor en la horquilla en la que proporciona el par máximo, y la dirección se muestra ligeramente más firme, aunque lo verdaderamente importante es que las sensaciones de la dirección son buenas en cualquiera de los modos.
Modo de conducción Resbaladizo
El tercer y último programa específico para carretera es el denominado “Resbaladizo” o Slippery. Como su nombre indica, está pensado para circular sobre superficies deslizantes como una carretera mojada o nevada. En este caso, podemos percibir un mayor resbalamiento del convertidor de par. También las ayudas electrónicas actúan antes, aunque no son especialmente intrusivas.
Con el cambio en modo D, el Raptor circulará siempre en marchas muy largas, y la electrónica procurará que en todo momento la prioridad sea garantizar la estabilidad y evitar las pérdidas de motricidad, por lo que no es adecuado para escenarios todoterreno como ríos de arena o pozas de barro en los que sea conveniente disponer de algo de inercia.
Modo de conducción Lento-Rocas
Pensado para uso todoterreno, el modo Lento-Rocas nos pedirá que pongamos el cambio en “N” (punto muerto o Neutral) y engranemos la reductora. Una vez hecho, ya podremos volver a insertar la “D” (marcha o Drive) y comenzar a sortear los obstáculos más complicados.
Una dirección muy asistida que minimice el riesgo de que nuestros pulgares se dañen por un movimiento brusco del volante inducido por las irregularidades del terreno, un cambio que mantendrá el motor alto de vueltas, un pedal del gas con una respuesta suave en la primera zona y una gestión electrónica que buscará la máxima motricidad posible son las principales características de este programa.
Modo de conducción Arena
En el modo Arena, el objetivo es priorizar la tracción, dejando la estabilidad en un segundo plano. En este caso, se seleccionará necesariamente la tracción total. El control de tracción permitirá un amplio resbalamiento de las ruedas, mientras que el ABS también admitirá un mayor grado de bloqueo.
Al igual que en el resto de modos de conducción, la pantalla del cuadro de instrumentos adopta un diseño específico, aunque si realmente conduces sobre dunas te aconsejamos que mantengas la vista alejada del cuadro y centrada unas decenas de metros delante de ti pensando muy bien hacia dónde quieres dirigirte.
Modo de conducción Barro/baches
El modo Barro/baches es la antítesis del modo resbaladizo, a pesar de que ambos están pensados para rodar en superficies de baja adherencia, ya que la prioridad en este caso es conservar la inercia y evitar que los controles electrónicos frenen en exceso las ruedas o la respuesta del motor tratando de mantener la estabilidad del vehículo, que pasa a ser un aspecto secundario.
En este caso, el cambio adopta el programa deportivo, mientras que el diferencial trasero se bloquea automáticamente de forma que las dos ruedas de este eje giran solidarias evitando que el excesivo resbalamiento de una de ellas le haga acaparar todo el par motor disponible.
Modo de conducción Baja
Pensado exclusivamente para sacar el máximo partido al Ford Ranger Raptor en un circuito de velocidad fuera del asfalto, el modo Baja puede ser usado tanto con tracción trasera como total.
Una de sus características más especiales es el empleo de un sistema anti-lag o “anti-latencia” que mantiene los turbocompresores “cargados” durante unos segundos aunque levantemos el pie del acelerador para garantizar una respuesta inmediata en cuanto volvamos a dar gas.
Por supuesto, te recomendamos que emplees el cambio en modo manual y que cambies de marcha con las levas. La gran mayoría de curvas podrás abordarlas en segunda o tercera velocidad, dejando que el tren trasero deslice progresivamente mientras el escape ruge con un timbre bronco.
No obstante, ni el control de estabilidad ni el de tracción se desconectan totalmente, y si superas un determinado ángulo de guiñada o un excesivo grado de deslizamiento de las ruedas, ambos intervendrán de forma sutil, siempre sin impedir que te diviertas enlazando una derrapada detrás de otra a base de gas y contravolante.
