El Jeep Wrangler Rubicon Sunchaser 4xe se define como “el aventurero al aire libre definitivo que lleva todo el equipo necesario para un día completo de actividades desde el amanecer hasta el anochecer”. Ha sido creado por Mopar, la división de recambios y accesorios de Jeep para mostrar no sólo las posibilidades del catálogo de piezas originales de la marca, sino incluso para ir “un paso más allá” con algunos de estos componentes, tal y como nos cuenta Mark Trostle, vicepresidente de diseño de Mopar y Ram.
Así, por ejemplo, el parachoques metálico que da soporte al cabrestante Warn cuenta con una defensa integrada que es en realidad una pieza de artesanía. Estos nuevos componentes sirven al equipo de Mopar para testar sobre el terreno a los potenciales clientes y, eventualmente, decidir si se lanzan al mercado o si no pasan de la fase de prototipo.
Aquí, no obstante, una defensa así requeriría homologación de acuerdo con la directiva de protección a peatones y lo iba a tener realmente complicado. Por otra parte, esa defensa añade peso en un lugar crítico, en lo más extremo del voladizo y en posición elevada, sumándose al peso del cabrestante… pero hay que reconocer que está muy lograda y evita que el mosquetón del cabrestante sea el punto de contacto frontal del vehículo.
Así es el Jeep Wrangler 4xe Rubicon Sunchaser
Sobre la base del Jeep Wrangler Rubicon 4xe de cuatro puertas se ha instalado el kit de elevación de la carrocería de dos pulgadas (algo más de cinco centímetros), con suspensiones de mayor articulación, que permite además acomodar ruedas de gran diámetro gracias también a la incorporación de aletines sobredimensionados.
En concreto, los neumáticos elegidos son unos extremos BFGoodrich Mud-Terrain TA KM3 montados en robustas llantas negras Black Rhino de 17 pulgadas. Así que, a lo tonto, este Jeep es uno de los más extremos del lote, ya que sus neumáticos están pensados para un uso mayoritario fuera del asfalto.
Nos gusta también la baca africana, que permite liberar las secciones frontales del techo incluso circulando con carga y cuenta con una estructura tubular que facilita la estiba de la impedimenta. Como contrapartida, el reparto de la carga está menos centrado que con una baca convencional. De hecho, el gato mecánico de alta elevación, que es el elemento más pesado, se ha montado en la parte más retrasada, añadiendo nuevamente masa en voladizo y en una posición muy alta.
Pero quizá la pieza prototipo que más nos ha gustado sea el soporte para luces auxiliares de techo. De entrada, protege los pilares A, muy expuestos siempre a dañarse con ramas o zarzas en caminos estrechos o poco transitados. Nos gusta que las luces sean bajas y no aumenten excesivamente la altura ni penalicen en exceso la aerodinámica. Pero, además, son fácilmente orientables para usarse como luces de trabajo o de acampada, como te mostramos en el pantallazo que hay bajo este párrafo.
Más accesorios para este Jeep Wrangler Sunchaser
Nos gustan también las taloneras reforzadas para evitar daños en la zona ventral mientras superamos una complicada trialera (algo especialmente importante en un todoterreno de batalla larga). Por otra parte, este Jeep Wrangler introduce otro interesante accesorio prototipo. Se trata de cajones laterales accesibles desde el exterior. Se instalan reemplazando las lunas laterales traseras (entre los pilares C y D), y “roban” algo de espacio al interior.
Es un accesorio práctico para el organizar herramienta o enseres que queramos tener a mano, especialmente si no añaden mucho peso. No nos gusta el perjuicio que suponen de cara a la aerodinámica y la visibilidad trasera por los espejos retrovisores, y al ampliar la anchura total del vehículo, habría que homologarlos si se comercializaran en España.
En el interior de este Jeep Wrangler 4xe encontramos asientos retapizados mediante fundas Katzkin, así como la habitual barra porta-accesorios sobre el salpicadero. Puede restar mucha visibilidad, ya que el salpicadero del Jeep Wrangler es muy alto y el parabrisas muy bajo, pero si vas a llevar pantallas o accesorios, mejor que vayan bien sujetos.
Finalmente, aplaudimos el patrón de colores, pero no nos gustan algunos detalles puramente estéticos como las rejillas de ventilación añadidas a los aletines delanteros. Son un adorno poco (o nada) funcional que lo único que hace es recargar la ya de por sí masiva estética del vehículo y eventualmente permitir que algo de barro proyectado por los neumáticos de tacos se escape por allí.