Fabricado ininterrumpidamente en Togliatti (Rusia) desde 1977, el Lada Niva fue un todoterreno absolutamente revolucionario por su avanzada ingeniería… hace 46 años. El pequeño 4×4 ruso combinaba ya entonces una carrocería autoportante con suspensiones delanteras independientes y muelles helicoidales en las cuatro ruedas, así como tracción total permanente con bloqueo del diferencial central.
De hecho, mientras una pequeña palanca permitía que el eje delantero y el trasero girasen de forma solidaria, otra se encargaba de engranar la reductora, por lo que el pequeño todoterreno ruso podía beneficiarse de la reductora en entornos en los que no es necesario el bloqueo interaxial, como a a la hora de maniobrar con un remolque en una rampa pavimentada, donde el aporte extra de desmultiplicación es crucial (más aún en un coche escaso de par motor), si bien en la inmensa mayoría de todoterrenos clásicos implica que las ruedas delanteras y traseras giren a la misma velocidad, forzando la transmisión y dificultando la maniobra.
Podríamos hablar maravillas sobre las capacidades todoterreno del Lada Niva en zonas embarradas, nevadas o con abundante arena, donde la ligereza es más importante que la potencia bruta, pero del mismo modo es justo comentar que el Lada Niva tiene dos grandes problemas.
Los dos grandes problemas del Lada Niva
Por una parte, el Lada Niva está completamente obsoleto. Ha sido sometido a diversas actualizaciones durante estos 46 años, pero casi se ha tratado siempre de cambios menores consistentes principalmente en ligeras mejoras estéticas.
Sí ha habido dos actualizaciones algo más importantes, en las que su veterano motor carburado de origen Fiat creció en cilindrada de los 1,6 a los 1,7 litros e incorporó la inyección electrónica (inicialmente monopunto para contar posteriormente con un inyector por cilindro). También se modificó ligeramente la carrocería para incorporar un portón integral y permitir, así, rebajar el umbral de carga y, más recientemente, ha habido cambios menores en el diseño de las suspensiones, que no en su arquitectura.
A lo largo de estos 46 años, el Lada Niva ha ido incorporando más guarnecidos, más “plásticos”, llantas más modernas… pero en el fondo la evolución era mínima, lo que dejaba ver aún más si cabe el segundo problema del todoterreno ruso.
Y es que, más allá de su falta de evolución, el Lada Niva está fabricado con componentes de muy baja calidad, algo que en parte se puede ir solucionando poco a poco tirando de recambios de posventa (neumáticos, amortiguadores, escobillas de limpiaparabrisas, etc.) pero que obviamente afecta no sólo a los componentes consumibles y demás periféricos, sino a otros que, en principio, no vamos a tener tan fácil reemplazar por piezas de mayor calidad.
La evolución del Lada Niva 2024
Dicho todo esto, nos alegra comprobar que el Lada Niva 2024 introduce algunas mejoras que le acercan si ya no a la actual década de los años 20, sí al menos a las postrimerías del siglo XX.
Así, de entrada, el Lada Niva 2024 incorpora los frenos antibloqueo ABS, que se montaron por primera vez en 1978 en un automóvil de producción en serie (el Mercedes Clase S) en 1978, sólo un año después de que el Lada Niva comenzara a comercializarse.
Para ser justos, el Lada Niva ya había incorporado el ABS tras hacerse Renault con el control de Lada, pero la forzada salida de la empresa francesa de Rusia a raíz de la guerra de Rusia contra Ucrania y la consecuente falta de suministros de componentes para montar este sistema obligó a Lada a volver a especificaciones del Niva anteriores. Lo mismo ocurrió con los airbags, relativamente comunes en EE. UU. desde los años 70 del pasado siglo y generalizados en los modelos europeos desde finales del pasado siglo.
Por otra parte, parece ser que el motor atmosférico de gasolina del Lada Niva ha sido actualizado a especificaciones de la norma Euro 5, la cual entró en vigor en Europa en 2009. Y si nos fijamos en el acabado Travel, el más completo de la gama, podemos comprobar que cuenta incluso con control de velocidad de crucero, ordenador de a bordo, asientos calefactados, aire acondicionado, elevalunas eléctricos y unas preciosas llantas bitono.
Así, el más básico Lada Niva Legend ha visto su precio aumentar desde los 829.900 rublos (unos 8.500 euros) a 927.500 rublos (en torno a 9.500 euros), mientras que el más equipado Lada Niva Travel ha pasado de 1.198.900 rublos (unos 12.300 euros) a 1.215.000 rublos (alrededor de 12.500 euros), un incremento de precio que parece más que justificado a la vistas de las mejoras introducidas en este pequeño y aún obsoleto todoterreno ruso.