El Lada Niva es una parte muy importante en la historia del todoterreno en España y protagonista de una de las etapas más álgidas de este particular mundillo. Hablamos de los años 90, cuando empezaron a llegar los 4×4 asequibles, con los Suzuki Samurai y Vitara a la cabeza y un irreductible ruso como opción más económica. Durante varios meses, este modelo se promocionaba a un precio de 999.000 pesetas, lo que al cambio significa poco menos de 6.000 euros.
Ahora bien, ya por entonces (principios de los 90) se trataba de un coche desfasado en muchos aspectos (fue lanzado en 1977), dotado de un motor 1.6 de gasolina con carburador que consumía gasolina como si no hubiese mañana. Era rudo, tosco, incómodo y cualquier otro adjetivo que le quieras poner, pero gracias a su precio se vendieron muchas unidades, sobre todo en entornos rurales.
Después de aquella época de esplendor desapareció por mucho tiempo, aunque regresaría a través de un importador para, finalmente, ser víctima de las normas anticontaminación. Pero el Niva siguió en fabricación para el mercado local, donde sigue siendo un medio de transporte muy valorado. Por supuesto, han existido multitud de variantes de carrocería, incluida una de cinco puertas que no tuvo mucho éxito.
El Lada Niva Sport es una versión ‘deportiva’… aunque de deportiva tiene poco
Aunque en todos estos años el Niva ha ido evolucionando, por ejemplo con la incorporación del motor de gasolina 1.7 dotado de inyección, estructuralmente hablando sigue siendo el mismo de antaño. Aun con todo, la firma rusa, ya definitivamente desvinculada del Grupo Renault, sigue exprimiendo el limón, aunque en esta ocasión quizá haya pecado un tanto de optimista. Se trata del Niva Sport, que según la marca está inspirado en los Niva de rally, incluido uno que recientemente ganó el Silk Way Rally Marathon 2024.
De hecho, el lanzamiento del Niva Sport se retrasó varias veces en los últimos años y no ha sido hasta ahora cuando se ha confirmado su entrada en producción. Quizá porque a alguien el pudiera parecer absurdo poner este apellido en un vehículo que nunca tendrá nada de deportivo. Con todo, los responsables de este sinsentido (Lada Sport, filial de AutoVaz) comentan que se han incorporado “suspensiones y frenos deportivos”.
En cuanto al diseño, en el exterior hay un logotipo Sport rojo en la parrilla, unas atractivas llantas de aleación de 16 pulgadas y una toma de refrigeración en el capó. Lo cierto es que el aspecto del Niva Sport mejora de manera notable, aunque en este caso viene mejor que nunca el dicho ‘aunque la mona se vista de seda…’.
Dentro el detalle más llamativo está en el volante forrado en cuero con la marca en rojo en la parte superior del aro. Hay costuras en rojo por diversas partes del salpicadero, el volante y los asientos. Lo cierto es que, tras muchos años sin saber demasiado de este coche, sorprende ver un Niva con elevalunas y retrovisores eléctricos, aire acondicionado e incluso asientos calefactables, que no deben venir nada mal en un clima como el ruso.
Con todo, la gran novedad del Niva Sport está bajo el capó, y es un nuevo motor de cuatro cilindros y 16 válvulas que genera 124 CV y 151 Nm de par máximo a 5.000 revoluciones por minuto. Pueden no parecer unas cifras de otro mundo, pero si las comparamos con los 83 CV y 129 Nm del bloque 1.7 que sigue siendo el corazón del Niva. Para digerir todo este exceso de potencia, se ha reforzado la transmisión manual de cinco velocidades con engranajes reforzados para la velocidad más larga y una carcasa del embrague reforzada. Lo que es seguro es que no se va a perder nada de potencia, pues se mantiene la tracción total permanente.
