FCA, hoy Stellantis, lanzó el Abarth 595 en 2016 buscando repetir el éxito del Abarth 695 que había puesto a la venta dos años atrás, recuperando en ambos casos denominaciones históricas de los Fiat 500 y 600 preparados por Carlo Abarth. Hoy los modelos clásicos originales escasean y son muy deseados, por lo que cada ocasión en la que uno de estos pequeños escorpiones sale a la venta es todo un acontecimiento.
La unidad que puedes ver en las fotos es un Abarth 595 original de marzo de 1964, correspondiente a la primera serie del Fiat 500. No es, por tanto, uno de los primerísimos Abarth, pero casi.
Los orígenes del Abarth 595
Para poner en contexto este vehículo hay que empezar hablando de la creación de la marca Abarth, constituida por el ingeniero italo-austriaco Carlo (Karl) Abarth y el piloto italiano Guido Scagliarini en 1949.
Abarth comienza su actividad preparando coches de carreras y desarrollando silenciadores deportivos, con enorme éxito en ambas disciplinas, y pronto da el salto a la fabricación de automóviles deportivos, como el Abarth 205 Vignale Berlinetta, el 207A Boano o el 1100 Sport. Pero su mayor popularidad llegará a partir de 1956, cuando comienza a desarrollar kits completos para preparar el Fiat 600.
Un año más tarde, Abarth meterá también mano a los populares Fiat 500, desarrollando hasta siete diferentes versiones entre 1957 y 1971, de las cuales la variante 595 se produjo a partir de 1963.
La principal diferencia entre el Fiat 500D y el Abarth 595 es que el vehículo preparado por Carlo Abarth iba equipado con un motor de 594 cm³, mientras que el Fiat 500 D salía de fábrica con un motor de 499,5 cm³, que ya era una evolución del motor de 479 cm³ de los primeros Fiat 500.
Abarth recibía los coches sin terminar directamente de Fiat y les montaba las piezas especiales que componían el kit. Entre estos elementos se encontraban un cuadro de instrumentos más completo (con tacómetro y reloj de temperatura del aceite), un volante de tres radios, pistones específicos para conseguir el aumento de cilindrada, un carburador Solex C 28 PBJ montado en una carcasa especial de aluminio, cárter de aceite de aluminio, sistemas de admisión y escape específicos y otros detalles como los cierres del motor que permitían llevar el capó trasero ligeramente abierto para mejorar la refrigeración del motor y, por tanto, su eficiencia.
Una vez que los Abarth 595 estaban terminados, se enviaban a los concesionarios, donde se vendían como una preparación autorizada de Fiat, lo que sin duda influyó en el éxito de los kits de Abarth, que mejoraban notablemente las prestaciones del vehículo por un coste moderado.
Este Abarth 595 está a la venta
Este Abarth 595 salió en marzo de 1965 del taller de Carlo Abarth y ha pertenecido a su primer propietario hasta 2017. En la actualidad, el coche forma parte de una gran colección de clásicos.
En su odómetro hay registrados únicamente 35.383 kilómetros. El exterior de la carrocería ha sido repintado, si bien el interior conserva la pintura original, algo que se puede comprobar en algunas zonas en las que la pintura está descascarillada y deja asomar la imprimación de color rojo, habitual en los años 60.
Según Wannenes Art Auction (la casa que subasta este Abarth 595), los bajos se encuentran en perfecto estado, las juntas de goma que rodean las puertas son originales e incluso los limpiaparabrisas están tal cual salieron de fábrica.
El interior es igualmente original, así como el motor, que se encuentra en perfecto estado de conservación, con sus cilindros rectificados, su carburador Solex C28, su silenciador Record Monza y todo el kit Abarth de la época. Cuenta, además, con un libro de mantenimiento correctamente cumplimentado, su manual de usuario y todos los logotipos con los que salió al mercado en 1965.
El plazo para pujar por él se cerrará el próximo 14 de julio. Su precio de salida son 50.000 euros, y la casa de subastas estima que se venderá por entre esos 50.000 y 60.000 euros. Se trata de un precio muy alto, teniendo en cuenta que la cotización habitual de estos vehículos se mueve más o menos en la mitad de esas cifras. Ahora bien, no resulta fácil encontrar ejemplares 100 % originales y en tan buen estado, lo que podría acabar atrayendo a algún coleccionista caprichoso.
