Uno de esos bólidos es el Toyota Celica con el que ganó el Mundial de Rallys en 1990. En concreto se trata del coche con el que consiguió la victoria ese año en el Rally de Portugal y como tal se aprecia en la decoración, que aún mantiene el dorsal y todo lo que llevaba en esa prueba. Dicho aparato también acudió a la increible exhibición del pasado domingo 28 de diciembre.
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