En 1950 Skoda se presentó a las 24 horas de LeMans con el Sport, un biplaza sin techo que montaba un motor 1.1 de cuatro cilindros que rendía 50 CV y que era capaz de alcanzar los 140 km/h de velocidad máxima.

Tras trece horas de carrera, 115 vueltas al trazado y lograr alcanzar el segundo puesto de su categoría tuvo que retirarse por problemas mecánicos, dejando una marca de 126 km/h de velocidad media.

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