El Jeep Avenger 4xe es un auténtico lobo con piel de cordero. Parece un SUV urbano más, pero su motricidad y su capacidad de superar obstáculos le sitúan cerca de lo que es capaz de hacer un todoterreno puro. Evidentemente, sus cotas, sus recorridos de suspensión, la robustez de sus componentes o el diámetro de sus neumáticos no son los de un Jeep Wrangler, pero las capacidades de este Avenger fuera del asfalto resultan sorprendentes.
La principal diferencia entre el Avenger 4xe y el resto de miembros de la familia Avenger se encuentra en el tren trasero, donde el 4xe incorpora un motor eléctrico de 21 kW (29 CV) convenientemente desmultiplicado que proporciona abundante par motor a este tren motriz cuando es necesario.
En el tren delantero se instala el sistema motriz híbrido de 48 voltios ya conocido, que combina el motor 1.2 tricilíndrico sobrealimentado por turbocompresor –en su más potente versión de 100 kW o 136 CV– con una máquina eléctrica de 21 kW (29 CV) integrada en una caja de cambios automática de seis relaciones acoplada por embragues alternos.
En realidad, a pesar de ser un sistema completamente nuevo, este Avenger 4xe se beneficia de toda la experiencia adquirida por Jeep en el desarrollo de los Compass 4xe y Renegade 4xe, si bien en estos modelos hablamos de un sistema híbrido enchufable en lugar de un mild hybrid.
Así es el nuevo Jeep Avenger 4xe
Junto al nuevo sistema de propulsión, el Avenger 4xe incorpora unos parachoques delanteros inéditos, resistentes a los arañazos, con un diseño específico para las luces antiniebla. Hay también raíles metálicos en el techo y neumáticos de cuatro estaciones Goodyear Vector 4Seasons GEN-3.
Asimismo, se ha aumentado la altura libre al suelo hasta los 21 cm montando muelles más largos. La suspensión trasera es específica, multibrazo, para hacer sitio a los palieres y, de paso, favorecer la articulación del tren trasero fuera del asfalto. También se han instalado protecciones metálicas en los bajos y protecciones plásticas en las puertas. Asimismo, el gancho de remolque trasero, completamente funcional, es toda una declaración de intenciones.
Aparte de la mayor altura libre, también hay una clara mejora de los ángulos característicos del vehículo, favorecida por el rediseño de los parachoques. No estamos, insistimos, ante un verdadero todoterreno, pero sí se trata de un SUV enormemente capaz fuera del asfalto.
Estéticamente, el Avenger 4xe resulta fácil de distinguir por todo lo mencionado hasta ahora y por elementos como los detalles en verde, la firma en forma de ‘X’ en el parachoques delantero, el emblema de Jeep en las llantas o los distintos logotipos acabados en negro.
En el interior, el Avenger 4xe estrena un revestimiento del techo negro, además de unos asientos con un acolchado específico y un material impermeable que promete ser fácil de limpiar y el doble de duradero que una tapicería convencional.
Así va el Jeep Avenger 4xe
Hemos tenido la oportunidad de probar el Jeep Avenger 4xe por los alrededores de Florencia (Italia), en una combinación de conducción urbana, carreteras de segundo orden y pistas de montaña de diversa dificultad. En los pasos más extremos, el Avenger 4xe nos ha sorprendido muy positivamente, en especial a la hora de superar una rampa muy irregular con una gran inclinación, donde hemos podido comprobar que hay par motor más que de sobra en el tren trasero y una impecable gestión de la motricidad
El Avenger 4xe supera cruces de puentes, tracciona envidiablemente sobre rampas embarradas y asciendo por fuertes pendientes con facilidad, limitado sólo por sus cotas. Y nos deja siempre con la sensación de que ha sido un juego de niños. De hecho, no es necesario tocar ni un solo mando para que este SUV urbano demuestre todo lo que es capaz de hacer, si bien en las situaciones más extremas será una buena idea recurrir al modo “Barro y Arena” de la interfaz de escenarios todoterreno para que el tren trasero se acople de forma preventiva, incluso aunque no reciba par motor.
En carretera, el comportamiento es similar al de cualquier otra versión del Avenger, si bien es cierto que notamos una especial calidad en el trabajo de la suspensión cuando circulamos por firmes deteriorados, todo ello a pesar del centímetro extra de altura. Dicho esto y dejando aparte el campo, la circulación urbana es su especialidad. En este entorno, el motor eléctrico delantero toma el protagonismo y contribuye a que las maniobras sean progresivas y a que el consumo no se dispare, si bien hay que aclarar que el valor homologado registra un incremento de medio litro de gasolina cada 100 kilómetros si lo comparamos con el del híbrido normal de 100 CV, dato que coincide con nuestras impresiones en esta primera toma de contacto.
La tracción total implica, además, que tengamos que renunciar a 55 litros de maletero y que el precio arranque por encima de los 30.000 euros, obligándonos a pagar unos 3.700 euros más que por el Avenger Hybrid, si bien el Avenger 4xe trae consigo un interesante aumento de prestaciones y la posibilidad de circular con garantías por escenarios en los que ningún vehículo de tracción delantera podría evolucionar.
El Avenger 4xe se ofrece en tres niveles de equipamiento: Upland, Overland y la serie especial The North Face. Ninguno de ellos es equivalente a los acabados de los Avenger de tracción delantera, ya sean de gasolina, híbridos o eléctricos.
Los precios arrancan en los 30.802 euros del Avenger 4×2 Upland (que actualmente disfruta de una campaña de promoción). Por encima se encuentra el acabado Overland, cuyo precio asciende a los 36.400 euros. Finalmente, la más equipada versión North Face tiene también descuento y sale por 36.322 euros.
Fabio Catone, Jefe de la Marca Jeep en Europa, comenta que “Gracias a los más de 160.000 pedidos de clientes desde su lanzamiento, el Jeep Avenger es un éxito comprobado, y con la versión 4xe, completamos la oferta de Jeep en el segmento B-SUV al agregar la innovadora tecnología híbrida aplicada a la legendaria capacidad todoterreno de Jeep. Este vehículo se alinea perfectamente con la vida urbana, ofreciendo una conducción silenciosa, sostenible y suave para un viaje sin estrés y, al mismo tiempo, conquista sin miedo terrenos escarpados, desde senderos abruptos hasta pendientes pronunciadas, demostrando que está listo para cualquier aventura, en cualquier lugar”.